El capital árabe quiere pescar en la Serie A. La liga italiana, que ha sido inundada de inversiones estadounidenses en los últimos años, podría vivir próximamente un cambio de propiedad de gran lustre. Investcorp, fondo con sede en Bahrein, está negociando la compra del AC Milan por 1.100 millones de dólares (1.017 millones de euros), según Bloomberg. Una operación asumible para un fondo que gestiona 42.000 millones de dólares (38.817 millones de euros) en activos.
Al otro de la mesa, Elliott Management, propietario del club rossonero desde 2018. La firma de inversión estadounidense se hizo con el equipo tras los impagos del anterior dueño, el chino Yonghong Li.
Para Investcorp y Bahrein supondría su entrada en el calcio, un fútbol italiano revitalizado (cuando no rescatado) en los últimos años por el capital norteamericano. De esta región provienen ya el 40% de sus equipos de Serie A. De confirmarse la operación, la cifra se reduciría a siete de veinte clubes. Además, cabe destacar que entre los accionistas de Investcorp está Mubadala, el fondo soberano de Abu Dhabi, cuyo Gobierno es propietario del Manchester City y el City Football Group (CFG), el holding que controla el Girona FC.
El fondo bareiní apuesta por un club emblemático, siete veces campeón de Europa, pero que vive un momento complejo en el aspecto financiero. La entidad milanista registró unas pérdidas de 290,6 millones de euros durante la pandemia.
Y para compensar el déficit, Elliott llevó a cabo una inyección de capital de 140 millones de euros en 2020. Un año antes, la aportación fue de 325 millones para mejorar la liquidez de la entidad y, de este importe, 119,5 millones de euros se emplearon en la cancelación de la colocación de bonos que se realizó durante la venta de la organización por parte del expresidente italiano Silvio Berlusconi al inversor chino Yonghong Li. Sus impagos propiciaron la entrada del fondo Elliott.
Hasta la fecha, la única gran inversión conocida en el fútbol europeo que partiera del país del Golfo fue la entrada del Reino de Bahrein en el Paris FC en 2020. Con una participación minoritaria (20%), la operación se entendió como una nueva intención de rivalizar con su vecina Qatar, dueña del PSG. Por ahora, el equipo capitalino está peleando por ascender a la Ligue-1 esta temporada.