La experiencia de los aficionados en el estadio va mucho más allá de animar u ocupar su localidad, sino que engloba todo tipo de iniciativas que elevan el protagonismo del público en los partidos. Ya sean gradas de animación, hospitalities, fan zones o cualquier tipo de experiencia en directo que se ofrezca en el recinto, los estadios de fútbol se erigen en un elemento activo y de gran influencia en el desarrollo de los partidos. Entre las medidas que otorgan una gran repercusión mediática y asumen un impacto más visual se encuentran los tifos que se despliegan desde alguna o varias de las gradas del estadio.
El despliegue de tifos se ha convertido en una práctica habitual para la mayoría de clubes profesionales en partidos de gran trascendencia, como las finales coperas o en encuentros de gran rivalidad. Más allá del factor estético, los tifos permiten unificar el sentir de la afición con el del club y mandar un mensaje tanto a los futbolistas que están sobre el césped, como al resto de espectadores que están en la grada y a los que observan el encuentro por televisión.
Los clubes son conscientes de que una sola imagen puede tener mayor potencial comunicativo que cualquier otra iniciativa, por lo que la elección del tifo puede ser trascendental para que ese partido sea recordado para siempre. Este tipo de elementos visuales asumen cada vez más protagonismo a la hora de proyectar los valores del club y su afición hacia el exterior. Para ello, es fundamental su ejecución.
El despliegue de tifos se ha convertido en una práctica habitual para la mayoría de clubes profesionales en partidos de gran trascendencia
Uno de los sistemas más populares para la formación de los tifos es el de lanzamiento rápido de MolcaWorld, que ya han utilizado varios clubes de LaLiga, ya que permite aprovechar al máximo cada segundo de exposición. Se trata de un textil de gran formato desplegado en las gradas del estadio a través de un sistema patentado de lanzamiento mediante cables. Con todas las garantías de seguridad e ignifugidad que marca la ley.
“Consiste en un sistema de cables dispuestos en paralelo que permiten que el tifo se deslice sobre ellos sin poner en riesgo a los aficionados y permitiendo un despliegue y recogida muy rápidos, maximizando así su exposición en pantalla”, explica Fran Carrasco, CEO de MolcaWorld.
Entre su cartera de clientes se encuentran clubes de LaLiga como el FC Barcelona, el Valencia CF, el RC Celta, el Sevilla FC, el Athletic Club y el Real Sporting. La compañía valenciana despliega una decena de tifos por temporada en los estadios del fútbol profesional español. Uno de los más recordados es el que el Valencia CF desplegó en la final de la Copa del Rey de 2019, precisamente contra el FC Barcelona. El propio club catalán también ha recurrido a los tifos de MolcaWorld para inmortalizar momentos marcados en su historia como la retirada de Xavi Hernández, o para conmemorar los récords que iba alcanzando Leo Messi con la camiseta azulgrana.
A nivel técnico, también cabe destacar un tifo que marcó un antes y un después por su carácter innovador. Se trata del que desplegó el Athletic Club en San Mamés ante el Olympique de Marsella en 2018, en una eliminatoria de octavos de final de Europa League, y que supuso el despliegue del primer tifo vertical en la historia del fútbol español.
Venta de recuerdos y memorabilia: el tifo más allá del día de partido
En muchas ocasiones, los tifos se convierten en un recuerdo que puede marcar para siempre la vida de una institución. Su capacidad para mantenerse en el imaginario colectivo de los aficionados les otorga una segunda vida más allá del día de partido de la que los clubes empiezan a sacar partido.
“Ha habido clubes que para dar una segunda vida a estos elementos han decidido trocearlo y crear pequeños cuadros con los fragmentos enmarcados. Esto ha permitido al aficionado tener parte de la historia de su club en casa, generar ingresos atípicos y ha evitado generar residuos favoreciendo la sostenibilidad de la acción”, agrega Carrasco.
Este es el caso del Valencia CF, que comercializó entre sus socios y aficionados partes del tifo de la final de Copa del Rey en formato coleccionista y guardó las partes más emblemáticas para conservar en un museo. Una manera de hacer aún más partícipe al aficionado durante todo el proceso, obtener unos ingresos adicionales y garantizar la conversación del tifo tanto para los aficionados como para el propio club.