La dirección de Movistar Estudiantes rinde cuentas tras el descenso del primer equipo masculino a LEB Oro. La dirección del histórico club de baloncesto ha dado explicaciones tras perder la categoría, y ha apuntado a las dificultades económicas y el pago de la deuda como uno de los motivos del descenso. “Que hayamos tenido que destinar 1,4 millones de euros para el pago de deuda en los últimos años ha condicionado el resultado deportivo, pero no es excusa ni justificación porque hemos cometido grandes errores”, ha explicado Fernando Galindo, presidente del club.

La entidad está en conversaciones con Hacienda para hacer frente a su deuda histórica, que le obliga a abonar esa cantidad anualmente. “Seguimos negociando con la Agencia Tributaria para que nos den un plazo razonable para pagar”, ha añadido. En los últimos años la organización ha pagado aproximadamente 10 millones de compromisos atrasados, y en 2018-2019 realizó dos ampliaciones de capital por un total de 1,94 millones de euros. Se descartan nuevas inyecciones de capital, puesto que, en palabras de Galindo “la continuidad del club está garantizada”.

La clave está en acordar un nuevo convenio singular para aplazar el pago de la deuda lo máximo posible. En este sentido, si hasta ahora quedaban en torno a cuatro años para liquidar esa deuda (de aproximadamente 4,7 millones de euros), el club buscará aplazar el pago “tanto como sea posible porque ahora mismo nos es insostenible” o, al menos, durante dos años más. A favor del club juega el haber cumplido al día con el calendario de pagos en los últimos años.

Los tres objetivos que la entidad se ha marcado para la próxima temporada son el regreso a la ACB, mantener el buen ritmo del equipo femenino en Liga Femenina Endesa, y “reforzar la cantera para mantener nuestra seña de identidad”. Durante la próxima temporada, el Estu competirá en principal liga femenina, el filial masculino jugará en LEB Plata tras ascender desde EBA y tres equipos femeninos de la cantera jugarán en el campeonato de España.

El club colegial negociará un nuevo convenio singular con Hacienda para ampliar el calendario de pagos

El directivo ha recalcado que la institución realizará cambios en la estructura organizativa para adaptarse a la nueva situación y afrontar el futuro. Una de las decisiones que ya se han tomado es separar la dirección general, que seguirá bajo el liderazgo de José Asensio, del área deportiva, que contará con un equipo específico. Otra decisión es acotar ese organigrama para tener “una estructura solvente para encarar el futuro, puesto que no necesitamos la misma que teníamos en ACB”.

“Hemos asignado recursos humanos a resolver las dificultades económicas, y a veces, probablemente, hayamos desatendido la parte deportiva; queremos que la dirección general sea de todo, excepto de la parte deportiva, para la que crearemos un equipo específico con personas conocedoras del ámbito del baloncesto”, ha detallado Galindo.

El club no ha definido el presupuesto para la campaña LEB, si bien sí se está trabajando en un presupuesto global cuyo importe no ha trascendido. “Sí que seremos uno de los presupuestos más elevados de la categoría”, ha indicado el presidente del club. Los patrocinadores fundamentales sobre los que se asienta el proyecto, con Movistar a la cabeza, seguirán apoyando al club. “Eso nos permite ser optimistas sobre el futuro que tenemos por delante”.

La entidad también está a la espera de reunirse con las administraciones públicas con el fin de recabar apoyos y decidir dónde jugará el equipo masculino la próxima temporada.  “Nos vamos a reunir con las instituciones de Madrid para decir que existimos, para recabar apoyo y ayuda del Ayuntamiento, la Comunidad de Madrid y el Consejo Superior de Deportes; somos un referente del baloncesto en España”.

En este sentido, Galindo ha admitido estar “en conversaciones con las instituciones para decidir dónde vamos a jugar; no parece posible jugar en Magariños; está la opción del WiZink, Ifema, el Madrid Arena…; es una cuestión por resolver”, ha apuntado.

Las cuentas del Movistar Estudiantes en el año de la Covid-19

A pesar de que el club colegial se quedó sin disputar un tercio de los partidos de 2019-2020, la cifra de negocio se elevó hasta 4,3 millones de euros, un 3,1% más que en la temporada anterior. Las pérdidas de la entidad se redujeron a la mitad, hasta 740.000 euros, como adelantó 2Playbook.

El departamento comercial fue el responsable de esta mejoría, puesto que la publicidad y el patrocinio aportó 3 millones de euros, un 11,1% más interanual. Destacan Wibo, que debutó como patrocinador técnico, y la continuidad de socios tan relevantes como Movistar, que renovó el pasado mayo y además ha adquirido el naming right del polideportivo Magariños. También siguieron Asisa, HP, Bankia y Ahorra Mas, que permitieron a la entidad mejorar su negocio. Eso sí, los ingresos de competición cayeron un 3,5%, hasta 270.000 euros, mientras que la recaudación por socios y abonadosretrocedió un 1,6%, hasta 580.000 euros.

La mayor caída se dio en los ingresos audiovisuales, que empeoraron un 25%, hasta 450.000 euros. Este epígrafe corresponde al reparto económico de la ACB, y también se contabiliza el patrocinio de Endesa, Movistar, KIA, 888Sport y El Corte Inglés, que hasta la pasada temporada era espónsor de la competición. El Estu percibió 150.000 euros menos de la competición respecto al año anterior porque no firmó tan buenos resultados deportivos como en 2018-2019.