El bloqueo de Reino Unido al Chelsea FC podría tener los días contados. Este viernes, los dueños de los Chicago Cubs, la familia Ricketts, presentarán una oferta formal por el club de la Premier League, y vigente campeón de la Champions League, que sigue en manos del multimillonario ruso Roman Abramovich, según han comunicado los propietarios de la franquicia de la MLB.
Los Ricketts lideran un grupo inversor norteamericano que, de completar la operación, elevaría aún más la fuerza del capital estadounidense en la Premier League, donde ya controlan varios clubes, entre los que destacan el Manchester United (familia Glazer) y el Liverpool FC (Fenway Sports). En el grupo inversor también está Ken Griffin, dueño de la gestora de fondos y activos Citadel.
Otro grupo inversor que ha reconocido su interés en el club es el de Todd Boehly, copropietario de Los Ángeles Dodgers, también de la MLB de béisbol. Con el capital norteamericano podría rivalizar el multimillonario suizo Hansjorg Wyss y Jonathan Goldstein, un inversor inmobiliario con sede en Londres que es director general de Cain International.
Tras la invasión de Rusia en Ucrania, Abramovich decidió poner a la venta el club y ceder la administración a la fundación blue. A pesar de que el oligarca ruso aseguró que donaría el dinero de la venta a las víctimas de la guerra en Ucrania, el Gobierno de Reino Unido decidió la pasada semana inhabilitarle de cualquier cargo dentro del club y del fútbol inglés, así como bloquear el negocio de la entidad hasta mayo.
Abramovich compró el Chelsea en 2003 por 140 millones de libras (166,4 millones de euros). Y durante estos casi veinte años ha inyectado en el club cerca de 1.500 millones de libras (1.783 millones de euros) en préstamos a través de Fordstam Limited, la sociedad a través de la cual controla el club.
Aunque no se prevé que la operación se mueva sobre estas cifras, empresas como Forbes valoran actualmente el club en 3.200 millones de dólares (2.916,5 millones de euros), el séptimo más valioso del fútbol mundial.