El Chelsea FC estudia aumentar aún más su apalancamiento financiero. Clearlake Capital y Todd Boehly, líderes del consorcio inversor que compró el club en 2022, negocia ampliar de 800 millones a 1.050 millones de libras (de 925 millones a 1.215 millones de euros) la financiación que en su día recibieron de un pool internacional de bancos. La operación está siendo asesorada por Bank of America, según adelanta Bloomberg.
La operación está siendo analizada y, entre otras cuestiones, está sujeta a las condiciones que ha ido asumiendo en las distintas líneas de financiación que ha ido firmando. Sin ir más lejos, el equipo de la Premier League levantó alrededor de 500 millones de dólares (467,8 millones de euros) del fondo de inversión Ares Management este mismo mes, según adelantó Financial Times.
El destino de los nuevos fondos podría servir para desencallar y dar liquidez al proyecto de remodelación de Stanford Bridge o financiar la adquisición de más clubes, dentro de la estrategia de Clearlake y Boehly de dar forma a un nuevo hólding futbolístico con el Chelsea como piedra angular.
El club londinense, que acumula un agujero de 251 millones de libras (285 millones de euros) entre 2019 y 2022, también cerrará previsiblemente en pérdidas 2022-2023. De hecho, Uefa le ha sancionado ya con 10 millones de euros y podría exigirle 10 millones más por “la presentación de información financiera incompleta” en la etapa en la que el club era gestionado por Roman Abramovich. “Tras la venta del club en mayo de 2022, la nueva propiedad identificó e informó de manera proactiva a la Uefa, casos de informes financieros potencialmente incompletos bajo la propiedad anterior del club”, indica.