El CD Leganés ya tiene precio de mercado: 54 millones de euros. Esta es la tasación que Felipe Moreno ha realizado sobre el 100% del club de fútbol, después de completar una operación que le ha permitido recuperar la inversión que ha realizado estos años, con ampliaciones de capital por 3,59 millones de euros. En concreto, ha traspasado por 3,77 millones de euros un 7% de las acciones a la propia entidad, que las mantendrá en autocartera. “Hay antecedentes de este tipo de operaciones en el mundo del fútbol; está sujeta a ley y auditada”, apuntan desde el club a 2Playbook.
Pese a esta venta, la familia Moreno-Pavón seguirá ostentando la mayoría accionarial, aunque ahora rebajada al 92,06%. La presidenta, Victoria Pavón, posee un 8,29% de forma directa, idéntico porcentaje al de su hijos Alberto y Felipe. A esto hay que sumar el 67,19% que controlan a través de la mercantil Hause la Fuente.
Este movimiento permite a los accionistas empezar a hacer caja con su inversión en el club que rescataron hace ya una década cuando estaba fuera del fútbol profesional, sin necesidad de acudir al reparto de dividendos o dar entrada a nuevos socios. Especialmente en un año que podría considerarse de transición para el Lega, que este año milita en LaLiga SmartBank y pelea por una plaza en la fase de promoción de ascenso para volver a Primera División, con el impacto que eso tiene en la valoración de un club de fútbo para potenciales inversores.
Su caída a Segunda ha sido menos dramática de lo que suele ser para muchos otros equipos, pues el haber escalado a la élite en los últimos cinco años sin deuda le convirtió en uno de los conjuntos más saneados del fútbol profesional. Durante sus cuatro años en LaLiga Santander acumuló unas ganancias de 51 millones de euros, y la Covid-19 no ha hecho mella en esa rentabilidad. El primer semestre de 2020-2021, con los estadios cerrados y el patrocinio a la baja, obtuvo un beneficio neto de 13,2 millones de euros.
Normalmente eran los traspasos de futbolistas los que apuntalaban su negocio, pero este año está siendo la ayuda al descenso (15,8 millones de euros) y la revalorización de las acciones que compró de Banco Santander en 2017, que le han permitido apuntarse un ingreso financiero de 1,8 millones de euros. Sin embargo, aún está lejos de compensar la minusvalía reconocida de 14,3 millones de euros a cierre de 2019-2020.
La propiedad del club, la familia Moreno-Pavón, ha tasado el club en 54 millones de euros
En líneas generales, su negocio ordinario se desplomó un 85%, hasta 4,17 millones de euros. Los ingresos audiovisuales son los que más sufrieron, pasando de 23,27 millones a 2,25 millones de euros, un 90% menos. Es decir, que las retransmisiones suponen más de la mitad de su negocio en esta categoría, un peso inferior a casi el 90% que supone en Primera.
A ello se suma la pérdida de 2 millones de euros de ingresos por el cierre de las gradas de Butarque a causa de la pandemia. Por último, el área comercial facturó en el primer semestre del curso un 16% menos interanual, hasta 1,92 millones de euros, ante el menor ingreso que recibe por la explotación de la U televisiva al ser menores las audiencias en Segunda. Precisamente, esta es una de las áreas que más pretende potenciar el club, que obtuvo 5,2 millones de euros por patrocinadores y comercialización de productos en 2019-2020, un 7% más interanual.
Entre sus partners destaca Betway como patrocinador principal. Un socio al que tendrá que decir adiós al término de esta temporada a causa de la aprobación del nuevo Real Decreto que prohibirá la publicidad de casas de apuestas en competiciones deportivas. En esta lista también se encuentran Joma, como proveedor técnico, Ynsadiet, Vitaldent, CaixaBank y Mahou, entre otros.
Para continuar con esa senda de crecimiento, el club ha apostado por la expansión internacional de su marca. Su área digital y de comunicación se ha ampliado en los últimos meses con la contratación de dos nuevos ejecutivos.
Como compensación de esa disminución de ingresos derivados de la pérdida de categoría, el Leganés se benefició de la ayuda al descenso de LaLiga, de 15,8 millones de euros este curso.
Pese a contar con este paracaídas de la gestora de la competición, el Leganés ha aplicado un importante ajuste de gasto. El club se ha apretado el cinturón en una temporada complicada para todo el fútbol profesional. Sumado esto al reajuste de la plantilla, en la que se han quedado futbolistas importantes para buscar el ascenso rápido, el gasto en plantilla deportiva cayó un 65% interanual, hasta 4,15 millones de euros.
Se trata de un descenso parejo al de los gastos de explotación, ajustados hasta los 3 millones de euros. Las amortizaciones se rebajaron a la mitad, hasta 1,9 millones, de los cuales 1,32 millones derivan de la adquisición de jugadores, un ámbito en el que el Lega ha conseguido en los últimos años operar con importantes plusvalías.
