El dueño de los New York Knicks recorta sus números rojos en 2021. Madison Square Garden, grupo que opera el emblemático recinto neoyorquino y también controla a la franquicia de los New York Rangers de la NHL, cerró la pasada temporada con unas pérdidas de 15,8 millones de dólares (13,4 millones de euros), una cifra que contrasta con el resultado neto negativo de 208 millones de dólares (177 millones de euros) que sufrió en la campaña 2019-2020, la primera que se vio afectada por la pandemia.
La compañía ha reducido sus números rojos pese al notable descenso de los ingresos por la puerta cerrada, ya que la NBA se jugó sin público hasta la tercera semana de febrero. Los ingresos cayeron hasta 415,7 millones de dólares (354 millones), un 31,1% menos. Fue clave la fuerte caída en los gastos, que se redujeron un 21,6%, y de las amortizaciones, que lo hicieron un 68%.
El grupo se anotó unos ingresos de 15,2 millones de dólares (12,9 millones de euros) derivados de que los New York Knicks alcanzaron la tercera ronda de los play-offs y, por lo tanto, pudieron jugar más encuentros con público en las gradas y sin las restricciones del 10% del aforo que se decretaron durante las últimas jornadas de la fase regular.
El presidente y director general de Madison Square Garden Sports, Andrew Lustgarten, ha asegurado que “a pesar de un año difícil, tuvimos una tremenda respuesta de los aficionados de los Knicks y los Rangers la temporada pasada, incluyendo partidos con las entradas agotadas”.
De cara a la próxima campaña, el grupo espera “aprovechar este entusiasmo mientras nos preparamos para conseguir aforos y temporadas completas de 82 partidos”, puesto que ya han empezado a registrar una “sólida renovación de abonos. Junto con un fuerte impulso en el departamento de marketing, seguimos confiando en nuestra capacidad para impulsar el valor a largo plazo para nuestros accionistas”.