Uno de los mayores retos que afrontan los clubes que acceden a LaLiga es el de cumplir con las obligaciones de capitalización mínima, que cada año se han ido incrementando al ritmo que lo hacía el negocio audiovisual. Es el caso del Fuenlabrada CF, recién llegado a la élite y que ahora, una vez lograda la permanencia en LaLiga SmartBank, ha decidido ejecutar las ampliaciones de capital que tenía pendientes. En poco menos de un año, habrá pasado de unos 210.000 euros a aproximadamente 3,1 millones.

El primer movimiento se realizó a principios de 2020, con una ampliación por valor de 1,8 millones de euros. Ahora, en la primera semana de septiembre se ha escriturado el compromiso de los accionistas de aportar 1,08 millones adicionales, según consta en el Registro Mercantil. Lo ha hecho a través de la figura del desembolso de dividendos pasivos, por la que un accionista puede suscribir la compra de nuevas acciones sin desembolsar el dinero.

Eso sí, la legislación marca que en ese momento debe informarse a las partes implicadas en qué momento se realizará el pago, un trámite que el club ya ha cumplido con LaLiga y con el Consejo Superior de Deportes (CSD), que es el que define los mínimos de capitalización de las sociedades anónimas deportivas (SAD) en el fútbol y el baloncesto profesional.

La entidad presidida por Jonathan Praena gana así algo más de margen para realizar el desembolso, y con la tranquilidad de que un segundo año como miembro de LaLiga da los recursos suficientes al club para generar fondos con los que cumplir con estas exigencias. Ello, tras evitar una posible sanción administrativa por la forma en que se gestionaron los positivos de varios futbolistas en la última jornada de 2019-2020, que obligó a aplazar su partido contra el RC Deportivo y ha desencadenado un cruce de demandas dentro del fútbol profesional.

Se desconoce cuáles son las magnitudes económicas del Fuenla, que para el último ejercicio contaba con un presupuesto de aproximadamente 7,5 millones de euros y un límite salarial de 4,5 millones. Entre sus ventajas competitivas, el hecho de ser un club pequeño que accedía a la élite sin más mochilas que las pérdidas en las que incurriera en Segunda B para lograr el ascenso.