Grant Thornton pone sobre aviso a los socios del FC Barcelona. El auditor ha emitido una opinión con salvedades en las cuentas del club blaugrana, advirtiendo que “no se debería mantener la valoración” de 208 millones de euros por el 51% de Barça Vision. “Debería ser objeto de deterioro”, incide en su carta, donde relata tres cuestiones clave para defender su postura: “incumplimiento por parte de los socios de Bridgeburg Invest del calendario de pagos”, “suspensión de las acciones previstas” para integrar esta filial dentro de Barça Media y sacarla a Bolsa, además de “la falta de cumplimiento de los planes de negocio previstos”.
Esta cuestión no es baladí, ya que aplicar la propuesta del auditor habría aumentado aún más las pérdidas de 2023-2024, que ya ascienden a 91 millones de euros. De hecho, Grant Thornton ya exigió que al menos se deterioraran los impagos que ha sufrido el club por parte de los inversores de este proyecto (Libero Football, Socios.com, Orpheus Media y Vestigia). Y eso sí se ha ejecutado, con una pérdida de 139,9 millones de euros ante el riesgo de impago.
La junta directiva que preside Joan Laporta ya argumentó días atrás el por qué no aplicaba una corrección al valor de esta compañía, asegurando que “existen motivos suficientes que justifican el valor actual de la compañía y sigue confiando en su viabilidad y capacidades futuras, con un plan de negocio establecido que permitirá generar ingresos recurrentes en un futuro cercano”. Por contra, Grant Thornton afirma que “el club no nos ha facilitado una nueva valoración considerando los hechos indicados. Por todo ello, consideramos que hay indicios claros de deterioriamiento a fecha del presente informe que no hemos podido cuantificar de forma objetiva ni, en consecuencia, su efecto sobre las cuentas anuales consolidadas”. Ahora serán los socios en asamblea de compromisarios quienes deberán votar a favor o en contra del criterio seguido por la junta de la entidad deportiva.
La cifra de negocio del FC Barcelona retrocedió un 8% interanual, especialmente impactada por la mudanza del equipo a Montjuïc
El criterio del auditor ha sido contundente, después de que en 2022-2023 ya advirtiera sobre el riesgo que suponía haber generado 800 millones de euros en ingresos extraordinarios para dar estabilidad económica a la institución. Ahora, ha exigido dar como incobrable lo que efectivamente no se ha ingresado por la venta parcial de su brazo digital y audiovisual, pero también los 60 millones que deberían cobrarse en junio de 2025 ante el riesgo de que no se produzca.
Al margen de esta operación, en las cuentas de 2023-2024 también se recogen un efecto favorable de 15,9 millones de euros por dotación y reversiones de provisiones relacionadas con “diversas indemnizaciones y riesgos laborales”, después de que el año anterior se cargaran importantes pérdidas a cuenta de la reestructuración de las secciones polideportivas.
En cuanto a la cifra de negocio, esta retrocedió un 8% interanual y un 5% respecto al presupuesto, con 731,9 millones de euros en 2023-2024. El traslado al Estadio Olímpico de Montjuïc provocó una caída del 31% en ingresos por competiciones (86,1 millones) y del 54% en socios-abonados (29,9 millones). Son casi 15 millones menos de lo que se confiaba lograr y casi 75 millones menos en comparación con el Camp Nou.
Los ingresos por televisión remontaron un 12% y sí cumplieron el objetivo, con 242,2 millones de euros, gracias a la mejor evolución en Champions League (llegó a cuartos y no cayó en fase de grupos como en 2022-2023). En cuanto al área comercial, la caída fue del 4% interanual y del 7% respecto a presupuesto, hasta 373,7 millones en 2023-2024. El resto de ingresos de explotación aportaron 30,4 millones de euros, mientras que la venta de jugadores dejó una plusvalía neta de 68,27 millones de euros.
En cuanto al gasto, la masa salarial se mantuvo más o menos en línea de lo esperado, con 494,6 millones de euros. Se trata de una desviación de apenas 3 millones sobre el presupuesto y que dejó el ratio de gasto en plantilla deportiva sobre cifra de negocio en el 68%. Es decir, que el Barça ya estaría dentro de los límites exigidos por Uefa dejando al margen las operaciones extraordinarias.
Por conceptos, los salarios deportivos consumieron 402,5 millones de euros en 2023-2024, un 28% menos que el año anterior. Las amortizaciones por traspasos subieron un 4%, hasta 92,1 millones de euros. Entre estos conceptos se incluyen 16,15 millones de euros en pagos a agentes, cinco millones más que un año antes.
Los gastos de explotación se elevaron un 13% interanual, hasta 318 millones de euros, si bien ahí se recoge el deterioro de 141 millones por los impagos de Barça Vision. De lo contrario, esta partida se habría mantenido en línea con los 181,8 millones que se presupuestaron. El gasto en personal administrativo subió un 9%, hasta 61,7 millones, mientras que los aprovisionamientos consumieron 58,7 millones, en línea con 2022-2023.
Por último, el auditor incluye un párrafo de énfasis en el que advierte de la situación de patrimonio negativo en 94,3 millones con la que contaba el club a 30 de junio de 2024, y provocada por la operación de Barça Vision.
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