La Premier League es una de las competiciones en las que menos importancia se le ha dado a la rentabilidad de los clubes. La liga tan solo ha arrojado ganancias agregadas en cuatro de las temporadas disputadas desde su creación en 1992, y 2019-2020 no fue una excepción. Las pérdidas agregadas en el último ejercicio rondaron los 1.000 millones de libras, tal y como adelantó 2Playbook y ahora corrobora un estudio de Deloitte. Es casi cinco veces más que en 2018-2019.
Menos de una cuarta parte de los clubes registraron beneficios, con el caso destacado del Chelsea FC. El denominado Big Six, que engloba a Manchester United, Liverpool FC, Manchester City, Arsenal FC, Chelsea FC y Tottenham Hotspur, copó un 30% de las pérdidas conjuntas en el último curso.
El club que más perdió en lo económico en 2019-2020 fue el Manchester City, con 126 millones de libras (144,8 millones de euros). El único equipo fuera del Big Six que registró beneficios fue el Sheffield United, con un superávit de 20 millones de euros.
La firma de servicios profesionales atribuye parte de este retroceso a la caída de ingresos ordinarios, con una bajada del 13% respecto al ejercicio previo a la pandemia, hasta 4.500 millones de libras (5.240 millones de euros). El descenso se debe tanto a las quitas acordadas con cadenas de televisión y patrocinadores, como al diferimiento de parte de los ingresos a 2020-2021, en tanto que el tramo final de temporada se jugó en julio.
“Nuestra expectativa en este momento es que éste será el punto más bajo de esta caída en particular”, ha señalado Dan Jones, socio del área de deportes de Deloitte, a Financial Times. Está por ver cuál será la evolución de los gastos, pues la firma señala que, a pesar de la caída de ingresos, el gasto en nóminas subió un 3%, hasta alcanzar una cifra récord de 3.300 millones de libras (3.843 millones de euros). Como aspecto positivo, se trata del incremento de costes salariales más bajo desde 2004-2005.