Los clubes ACB elevan sus pérdidas hasta 80,9 millones pese a facturar un 3% más en 2020-2021

Los clubes de la Liga Endesa acumulan pérdidas de 154,1 millones de euros en las dos temporadas afectadas por la pandemia. El resultado hubiera sido peor de no ser por las ayudas del CSD, que doblaron los ingresos extraordinarios hasta 16,5 millones.

ACB balón Breogan

El Consejo Superior de Deportes (CSD) pone magnitud al roto económico de los clubes ACB en el segundo año impactado por la pandemia, la temporada 2020-2021. Los equipos de la Liga Endesa sufrieron unas pérdidas agregadas de 80,9 millones de euros, un 10,5% más que en 2019-2020, la primera campaña afectada por la Covid-19. Es el cuarto peor resultado negativo agregado de la historia, según el Balance de la situación económico-financiera del baloncesto español, un informe elaborado por la Secretaría de Estado para el Deporte a partir de las cuentas auditadas facilitadas por los clubes al organismo.

El CSD indica que “la competición sigue generando, en total y de forma continuada, unas considerables pérdidas que, además, esta temporada se han acentuado debido al efecto negativo de la pandemia”. Solo tres equipos lograron cerrar el ejercicio con pequeños beneficios antes de impuestos, aunque casi el 90% de las pérdidas totales acumulan el 90% de las mismas: se trata de Madrid, Barça y Valencia Basket.

No obstante, se trata de equipos que, tal y como indica el propio Gobierno, "tienen capacidad para asumirlas y compensarlas con los recursos generados por otras secciones deportivas o las aportaciones de un accionista mayoritario". De hecho, el resto de clubes ha tratado de acercarse lo máximo posible al equilibrio financiero y ya en 2021-2022 la mayoría espera dejar atrás los números rojos o asumir solo pequeñas desviaciones. 

Aun así, los clubes ACB sufrieron aún mayores pérdidas en 2010-2011, en la campaña 2008-2009 y en 2017-2018, pero para entonces fue por motivos que nada tienen que ver con la pandemia que obligó al cierre de las gradas durante prácticamente toda la temporada anterior. Y, pese a ello, los ingresos totales mejoraron un 2,9% respecto a 2019-2020. ¿El motivo? Los ingresos extraordinarios por las ayudas que el CSD repartió entre los clubes, gracias a la inyección de dinero que llegó de LaLiga vía los Pactos de Viana.

 

Los ingresos extraordinarios más que se doblaron el año pasado, hasta 16,5 millones de euros. Ahora bien, ¿cómo impacto la Covid-19 en el negocio ordinario? La cifra de negocio empeoró un 5,3%, hasta 107,4 millones de euros, la facturación más baja desde 2016-2017, cuando la competición estaba en otro ciclo audiovisual y, por lo tanto, repartía menos dinero procedente de la televisión.

"El impacto de la crisis sanitaria ha sido bastante mayor que el que ya tuvo en ese ejercicio pasado, al haber afectado a la temporada completa y no solo a parte de ella. Esto se ha reflejado especialmente en los ingresos procedentes de taquillas y abonados, que se han reducido drásticamente debido a que todos los partidos se han tenido que disputar sin público", explica el CSD en su informe. 

Por partes, en 2020-2021, el negocio audiovisual mejoró un 12,9%, hasta máximos históricos: el acuerdo con Movistar+ en España y con otros operadores en el extranjero permitió a los clubes facturar 14,5 millones de euros a través de la televisión, más que nunca. “Hay que señalar que la mayor parte de este incremento se ha concentrado en sólo dos clubes que han acumulado el 86,6% del mismo, entre el resto de clubes no ha habido variaciones”, explica el CSD en su informe.

También impactó el hecho de que en 2020-2021 compitió un club más en ACB, el Gipuzkoa Basket. Además, en este epígrafe se contabilizan los ingresos audiovisuales totales; es decir, aquellos que proceden de otras competiciones como la Euroliga, la Eurocup o la Fiba Champions League.También mejoraron un 11,5% los ingresos comerciales, lo que incluye especialmente el patrocinio, pero también la venta de merchandising. De nuevo, el CSD remarca que el 67,5% del aumento se ha concentrado en un solo club, aunque no detalla de qué equipo se trata. La partida de otros ingresos, que contabiliza las subvenciones, el derecho a cobro del valor de participación de la ACB tras haber descendido, así como arrendamientos e indemnizaciones, aumentó un 26,6%, hasta 23,8 millones.

Hasta ahora todas las líneas de ingresos aumentaron, pero, ¿qué pasó con la taquilla? La venta de entradas y abonos registró la peor cifra de negocios de los últimos quince años: sólo 10,9 millones de euros, una caída del 63,1% por el cierre de pabellones por las medidas gubernamentales adoptadas para hacer frente a la pandemia. No fue hasta la tercera semana de mayo cuando el Gobierno autorizó la vuelta de público a la ACB con hasta 1.500 espectadores. Es decir, con la fase regular de la temporada ya finalizada y sólo con los play-offs pendientes de disputar.

Los clubes estiman, en base a las cifras que tenían antes de la pandemia, que de haberse podido disputar la temporada con normalidad y con público en los pabellones, los ingresos procedentes de las taquillas y abonados habrían sido en total unos 26,5 millones superiores de los que han obtenido. Además, también estiman que sus gastos se han incrementado a causa de la pandemia en torno a los 2,5 millones de euros en total, a causa de las pruebas de detección de Covid-19 que han tenido que realizar y a otras medidas de prevención que han debido adoptar por ello. De este modo, sin la pandemia la competición habría mejorado su resultado en unos 29 millones de euros, pero aun en ese caso habría sido un resultado negativo, de alrededor de 51 millones de euros de pérdidas. No obstante, esa cifra sería considerablemente mejor que la que se ha obtenido en los últimos ejercicios.

Por otro lado, el CSD advierte de un riesgo ya convertido en estructural en la ACB: el gasto en personal ha ascendido a 150 millones de euros, por lo que un ejercicio más ha vuelto a absorber la totalidad de los ingresos de la competición, que suman 124 millones. "Esta brecha entre ingresos totales y gasto en personal es cada vez mayor y este ejercicio ha aumentado en mayor medida que en las temporadas precedentes", alerta, con un mensaje claro: "También es reseñable que, a pesar de la importante disminución de ingresos ordinarios que ha supuesto la pandemia, esto no ha conllevado un correlativo ajuste en la principal partida de gasto de los clubes".

Los gastos en personal se comen casi el 75% del desembolso total de los clubes de baloncesto, que ascendió a 205 millones en 2020-2021. Eso supone un incremento del 11%, aunque de nuevo hay matices. Blancos y blaugranas concentran el 86% del mismo, aunque la mayoría de equipos aumentó el gasto en personal en el último ejercicio. 

Finalmente, la deuda total de la competición ha vuelto a aumentar este ejercicio, hasta 106,8 millones. Es un incremento que se ha concentrado en el endeudamiento a corto plazo, mientras que las deudas a largo plazo se han reducido ligeramente. Por otra parte, hay que señalar que las deudas que más han aumentado este ejercicio han sido las deudas con entidades de crédito, debido en parte a los créditos ICO y a las necesidades de varios clubes de obtener liquidez con la que hacer frente a la pérdida de ingresos ordinarios que ha conllevado la pandemia.

En cuanto a las deudas con las administraciones públicas, se ha roto la tendencia de reducción de la deuda tributaria, hasta 22,4 millones. El incremento de este tipo de deuda se ha concentrado en un solo club, Movistar Estudiantes, y ha sido de apenas un millón más, como parte del acuerdo para recalendarizar el pago de la deuda y flexibilizarlo para ganar margen de maniobra financiero.

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