Un aficionado del Manchester City podría pedir un año sabático para recorrer el mundo y siempre podría hacerlo visitando las otras casas citizen a excepción de si viaja a África. “Nos falta encontrar la liga adecuada”, admitía a finales de 2019 Ferran Soriano, el verdadero arquitecto de City Football Group, el primer hólding futbolístico que la semana pasada sí puso un segundo pie en Latinoamérica con el Club Bolivar. Pese a la Covid-19 y unas pérdidas acumuladas de 332 millones de libras (373 millones de euros) desde 2013, es la propiedad que más fondos ha captado en los últimos años, tanto como para poder llegar a junio de 2021 sin ingresos y aún así no dejar ni una factura sin pagar.
La memoria anual de 2018-2019, que se hizo pública el pasado marzo, recoge que esa capacidad para “operar y cumplir con sus pasivos” durante doce meses aunque no hubiera un solo ingreso tiene nombre propio: Silver Lake. La firma de inversión se hizo a finales de 2019 con el 10,5% del capital a cambio de una inyección de 500 millones de dólares (411,5 millones de euros), que se sumaban a los 400 millones de dólares (329,2 millones de euros) que aportó en 2015 China Media Capital.
Entre tanto, la valoración de todo el grupo se ha disparado un 50%, hasta 4.500 millones de dólares (3.703 millones de euros), confirmando la creación de valor que Soriano siempre vio en la idea de crear una plataforma global para las marcas construida sobre comunidades locales. ¿Por qué aspirar a que un australiano consuma con poco gasto Manchester City si se le puede sacar más partido como abonado del Melbourne City?
El ejecutivo catalán, que en su día ambicionó que el Barça tuviera un pie en la MLS, ha explicado en más de una ocasión que “en el fútbol generamos contenido que la gente consume para entretenerse; pero también es comunidad, tribu, y forma parte del tejido social”. Y ahí está la clave en términos de negocio: una multinacional que no quiere girar en torno a un solo club, aunque mucho pivote en torno al de la Premier League, sino dar identidad propia a cada uno con ciertas similitudes y, sobre todo, un inventario publicitario que pueda ser compartido.
Quizás el máximo exponente de esta idea materializada en realidad es la alianza global con Puma, el mayor patrocinio técnico que ha firmado en su historia y en el que se incluía a Manchester City, Girona FC, Melbourne City, Montevideo City Torque y Sichuan Jiuniu FC. “Restablecerá el modelo de asociaciones deportivas a una escala verdaderamente global, al tiempo que será relevante a nivel local y auténtico para los aficionados de todo el mundo”, defendió Soriano en 2019, tras la presentación del acuerdo.
Esa es probablemente una de las grandes virtudes de CFG, que juega con el inventario de soportes en función de las necesidades de marcas tan globales como Etihad, Nissan Hays o Cisco, que tienen presencia en diversos equipos citizen, aunque no siempre en los mismos. En total, el área comercial de todo el grupo generó unas ventas de 267 millones de libras (300 millones de euros) en 2018-2019, apenas un 0,6% más interanual, ya que la nueva asociación con Puma entró en vigor el curso pasado, así como las renovaciones de muchos de los patrocinios.
Nadie oculta la dependencia que aún tiene el proyecto del equipo de la Premier League, que el último ejercicio con datos disponibles aportó el 84% de toda la facturación y es el que alimenta de know how al resto de participadas. Parte de la estructura se trasladó a la matriz, que ha creado departamentos que dan servicio a todos los equipos en ámbitos como el de patrocinio, experiencia del aficionado, gestión financiera, tecnología y metodología.
Ahí está la otra gran virtud del proyecto citizen, aún en busca de la rentabilidad tras haber contado con una inversión inicial de más de 1.000 millones de euros de la familia real de Abu Dhabi. Porque, si el gran problema es el elevado gasto en fichajes, ¿por qué no reforzar aún más la red de captación de talento y contar con equipos en primeras divisiones que permitan tener a más jugadores bajo control?
Hoy, una joven promesa de Uruguay puede iniciar su carrera en el Montevideo City Torque, dar el salto a Europa para seguir con su evolución en el ESTAC Troyes de la Ligue-2 de Francia y dar un siguiente paso con el Girona FC en LaLiga SmartBank. Y quien sabe si algún día poder dar el salto a la Premier con el City o continuar su carrera en algunos de estos equipos europeos para buscar una retirada más tardía probando en el Melbourne City de Australia, el Yokohama Marinos de Japón o el Sichuan Jiuniu de China.
Esta posibilidad de ofrecer un itinerario profesional a los futbolistas con muchas más opciones es un imán de captación y retención. Sin ir más lejos, al Girona FC, que en más de una ocasión perdió canteranos frente al FC Barcelona, le permite poder demostrar a sus categorías inferiores que el desarrollo futbolístico que les pueden garantizar también incluye a uno de los grandes de Europa. A junio de 2019, la inversión acumulada del grupo en futbolistas ascendía a 932,2 millones de libras (1.047,8 millones de euros).
Toda esta red de talento está supervisada por Txiki Begiristain, director de fútbol, y Brian Marwood, fichado de Nike en 2009 y que, tras la llegada del ex del Barça, pasó a supervisar la unificación de criterios de todas las franquicias. El tridente lo completa Diego Gigliani, responsable de clubes emergentes y encargado de analizar potenciales nuevas adquisiciones, como en su día fueron también las del Lommel SK de Bélgica o el Mumbai City de India.
El grupo creado en torno al Manchester City ha alcanzado una valoración de 4.500 millones de dólares, tras captar 900 millones entre inversores
Esta red gana mucha más relevancia con el Brexit, que limitará las posibilidades del City de incorporar talento joven antes de los 18 años. Hasta ahora podían fichar a jóvenes de 16 para enrolarlos en su academia, pero la ruptura de Reino Unido con la Unión Europea (UE) supone un golpe a la libre circulación. Traducido a la operativa: desde 2020 no les quedaría otra que acordar traspasos, pues difícilmente podrían acceder a estos talentos libres.
Pero los accionistas del City no sólo quieren crecimiento deportivo, sino que los fondos aportados por Silver Lake también se comprometieron para “financiar oportunidades de crecimiento de negocios internacionales y desarrollar más tecnología e infraestructuras”. Y ahí hay proyectos que van desde invertir en empresas a construir un nuevo recinto de eventos.
Desde principios de 2019 lideran el fondo Sapphire Sport, que arrancó con una aportación inicial de 115 millones de dólares (104 millones de euros) y el apoyo de numerosos propietarios de franquicias de la NFL, MLB, NBA, NHL y MLS. “Es una extensión natural de nuestro modelo global original”, defendió Soriano tras aprobar este proyecto. Esta no es su única inversión, pues en 2017 creó una joint venture con Goals Soccer Centres para abrir centros de fútbol amateur en Norteamérica.
Pero la gran inversión que está por llegar será nuevamente en Manchester, donde trabaja para construir un gran recinto de conciertos junto al Etihad Stadium. El espacio contaría con capacidad para 20.000 espectadores, una cifra suficiente para albergar a grandes estrellas de la música y otros espectáculos. “Competimos por entretenimiento y tribu, y quizás hay cosas que no son fútbol que compiten por lo mismo”, recordaba Soriano a finales de 2019.
Además, se trata de proyectos que podrían ofrecer un rendimiento algo más inmediato, a diferencia de lo que está sucediendo con sus participadas. En las cuentas de 2018-2019 se atribuye las abultadas pérdidas, que se duplicaron, a la actividad del New York City de la MLS. Y esos que los ingresos totales se incrementaron un 8,3% interanual, hasta 638,22 millones de libras (717 millones de euros).