El fútbol femenino encuentra en el masculino un valioso aliado con el que impulsar su crecimiento global. Giorgio Chiellini, excapitán de la selección italiana y de la Juventus, ha dado un paso adelante y ha decidido reinvertir parte del patrimonio que generó como atleta profesional en Mercury 13, fondo liderado por los americanos Victoire Cogevina Reynal y Mario Malavé. Se trata de uno de los principales proyectos de holding multiclub, y que a principios de año ya compró el Como Women de la Serie A.
La firma de inversión confiaba en captar 100 millones de euros para esta iniciativa, si bien la inversión realizada por Chiellini y la participación adquirida no han trascendido. Ahora bien, con su entrada, el exfutbolista italiano se convierte en la primera figura destacada del fútbol masculino en apoyar una propiedad multiclub femenino.
Chiellini colgó las botas hace unos meses en Estados Unidos, donde formó parte de Los Angeles FC. Ahí no sólo conoció de primera mano el potencial que tiene el fútbol femenino en una de las principales ligas del mundo, la National Women’s Soccer League (Nwsl), sino que también fue testimonio del rápido crecimiento de uno de los últimos clubes que se sumaron a la competición. Desde 2022, Los Ángeles es la sede del Angel City FC, club fundado por celebrities como la tenista Serena Williams, la actriz Natalie Portman, el emprendedor Alexis Ohanian, los Youtubers Lilly Singh y Casey Neistat o las antiguas integrantes de la selección femenina de Estados Unidos, Mia Hamm, Lauren Holiday y Abbi Wambach. En su segunda temporada, el club alcanzó los cuartos de final de la liga norteamericana.
El impacto de este equipo inspiró su decisión de invertir en fútbol femenino. Tras colgar las botas, Chiellini se reunió con Victoria Cogevina Reynal, cofundadora y co-consejera delegada de Mercury 13 y, desde hace un año, también miembro del consejo asesor de Common Goal, proyecto solidario impulsado por Juan Mata en el que también participa el exjugador italiano. “Estoy realmente emocionado de unirme a Mercury 13 como inversor. Es un fondo enfocado en apoyar y hacer crecer el fútbol femenino a nivel global. Después de pasar tiempo en EEUU, vi los increíbles avances que el fútbol femenino está logrando allí y cuánto potencial aún tiene por desbloquear en Europa. Esa experiencia me inspiró, y estoy orgulloso de ser parte de un proyecto que busca crear nuevas oportunidades para las atletas y llevar el deporte al siguiente nivel internacionalmente”, explica el futbolista.
“El primer error que no debe cometer un futbolista es pensar que su carrera durará para siempre”, explicó hace unos meses el italiano, que antes de colgar las botas empezó a construir su faceta como inversor. Licenciado en economía y comercio, y con un master en Administración de Empresas, Chiellini también se ha involucrado como inversor en otros proyectos relacionados con el deporte y startups como Mate Agency o Akto Play Your Future. Ahora ha visto en el fútbol femenino una oportunidad, pues cada vez son menos los clubes independientes: apenas un 34% en las principales categorías. Los clubes femeninos integrados dentro de la estructura de otra entidad dependiente del rendimiento de su principal equipo masculinoo pasaron de ser el 49% en 2022 al 56% en 2023, según un informe de Uefa.
“Estamos encantados de tener a Giorgio Chiellini con nosotros como inversor, validando aún más nuestra misión y el potencial comercial del fútbol femenino en Europa. Su compromiso refleja el creciente reconocimiento y apoyo al fútbol femenino en los niveles más altos. La estrategia de Mercury/13 de adquirir equipos en ligas europeas amplificará nuestro impacto, y la participación de Giorgio es un poderoso respaldo de nuestra visión y estrategia”, ha compartido Cogevina.
El fondo tiene un plan inversor de 100 millones de dólares (89,8 millones de euros) y el objetivo de hacerse con una cartera de clubes de élite tanto de Europa como de Latinoamérica. Antes del Como Women, Mercury 13 estuvo cerca de hacerse con el Lewes FC de la Segunda División inglesa. Su intención es convertirse en un gran holding de fútbol femenino al estilo del que lidera Michele Kang, la propietaria del Olympique de Lyon, Washington Spirits y London Lionesses. En verano, la empresaria surcoreana integró sus tres clubes en Kynisca Sports. Para armar este proyecto anunció una aportación de 50 millones de dólares (44,9 millones de euros), inversión con la que busca levantar otros 50 millones de dólares para crear un hub de innovación de deporte femenino.
El surgimiento de diferentes grupos multiclub en el fútbol europeo llega en un contexto en el que el fútfem empieza a elevar su capacidad para atraer negocio. Uno de los ejemplos más evidentes es la Women’s Super League (WSL), que acaba de cerrar un nuevo acuerdo de patrocinio con Barclays por el que la firma de servicios bancarios aportará 45 millones de libras (53,8 millones de euros) hasta 2027. De media, la liga femenina percibirá 15 millones de libras (17,9 millones de euros) por temporada. Esta ampliación y mejora del acuerdo como title sponsor sitúa la principal liga de fútbol femenino del Reino Unido apenas un 25% por debajo de lo que pagará Barclays a sus homólogos femeninos hasta 2028.
Esta apuesta responde al crecimiento que ha sumado la Premier femenina, que la temporada pasada sumó más de 972.000 asistentes a sus estadios y ya suma más público que la Liga F y la Frauen-Bundesliga juntas. El aumento de asistencia ya se había constatado un año antes, en el curso 2022-2023, cuando los clubes de la WSL facturaron 48 millones de libras (57,4 millones de euros), un 50% más interanual. El crecimiento de su facturación permitió al campeonato inglés elevar su gasto en plantilla. De hecho, la liga femenina concentró el 34% de los 6,8 millones de dólares (6,1 millones de euros) que los clubes femeninos invirtieron en el último mercado de fichajes veraniego, según un informe de Fifa. Los clubes de la Liga F destinaron 1,3 millones de dólares (1,2 millones de euros), superando por primera vez la NWSL, que se quedó en 1,1 millones de dólares (1 millón de euros).
Que el gasto total en fichajes del pasado verano más que duplicase al realizado en 2023 y multiplicase por cinco el desembolso realizado en 2022 corrobora la tendencia creciente que existe en el mercado de fútbol femenino. Si hace dos años se pagaban, de media, 33.800 dólares (30.300 euros) por futbolista, el verano pasado se duplicó esta cifra, hasta 71.400 dólares (64.100 euros).
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