“Ascendimos y teníamos dos jugadores inscritos a tres días de empezar LaLiga”. Esta es la cruda realidad con la que se encontró Diego Martínez cuando volvió a su casa para convertirse en el director general del Burgos CF. El nuevo accionariado de la entidad apostó por él este verano y le convenció para dejar el área de control económico de LaLiga y encontrar una estabilidad urgente. En dos años, la familia Caselli sumió al club en pérdidas de 5,8 millones de euros sólo en 2020-2021. Un año antes, los números rojos se habían ido a los 3,3 millones. En el fútbol no profesional. “Tenemos un pasivo de 10 millones, de los que más de 7 millones son a corto plazo”, reconoce Martínez en conversación con 2Playbook.
Por todo ello, el ejecutivo, que ha trabajado durante los últimos años en el control financiero de los clubes de LaLiga, tuvo un verano con pocos días libres. El 6 de julio, en junta extraordinaria, los Caselli, inversores argentinos que sueñan con presidir River Plate, abandonaban definitivamente la entidad. Entonces comenzó la cuenta atrás para el Burgos. “Las cifras de la auditoría dejaron claro que, si no llega a haber ascenso, el club estaría en una situación muy crítica”, apunta el nuevo primer ejecutivo.
Como ejemplo, en los presupuestos del Burgos de los Caselli había unas primas de ascenso de Segunda B a LaLiga que se podían comparar con las de un equipo que sube de Segunda a Primera División.
Ahora, con los números claros, los empresarios que recuperaron la mayoría accionarial han ido pagando “buena parte de las deudas con proveedores”, que iban desde el merchandising a la megafonía, pasando por el alquiler del autobús. “En el último año apenas se había pagado nada”, reconoce Martínez.
“Un esfuerzo extraordinario de los accionistas”
El consejo de administración del Burgos está compuesto por cinco consejeros (Rodrigo Santidrían, Ignacio San Millán, Miguel Ángel Benavente, Jesús Martínez y Julián A. Alonso), empresarios locales que se han unido a través del grupo Yucon para salvar a la entidad. “Han hecho un esfuerzo extraordinario”, asegura Martínez, y muestra de ello son los 4 millones de euros que aproximadamente han aportado para afrontar pagos y dar estabilidad a la tesorería.
Ahora, el club vuelve a comenzar desde cero en la gestión, pero con el filón de competir en LaLiga SmartBank. Con la vuelta del público a las gradas, “y las ganas de Burgos por el fútbol profesional”, la entidad ha preparado un presupuesto que contempla una cifra de negocio de 10 millones de euros para 2021-2022 y control estricto del gasto.
Una pata importante de ese crecimiento previsto por el club tiene relación con su masa social. Actualmente, la entidad cuenta con 7.000 abonados y confía en captar 1,4 millones de euros por este concepto. A ello se sumará un millón de euros por el área comercial, donde destaca la firma de Reale como main sponsor para ésta y la próxima temporada, y el apoyo que recibe la entidad por parte del Ayuntamiento de Burgos. El socio técnico continuará siendo Adidas, con quien “estamos renegociando las condiciones del contrato”. El último acuerdo lo firmó la anterior propiedad con vigencia hasta 2024.
Sin embargo, como sucede con buena parte de los clubes de LaLiga SmartBank la gran pata del negocio provendrá de la televisión, por la cuál el Burgos ingresará 6 millones de euros esta campaña.
El club castellanoleonés prevé ingresar 6 millones por televisión esta temporada, misma cantidad que le corresponde por el acuerdo LaLiga-CVC
Al Burgos, además, le llegarán otros seis millones de los fondos de CVC. Con ellos, el club tiene varias opciones para darle una salida. Por un lado, la mejora de sus instalaciones deportivas. El Plantío, su estadio, de titularidad municipal, necesita unas obras en una tribuna por la que la entidad está en conversaciones con el Ayuntamiento para reformarlo. Esa inversión podría ser abordada por el club con esta inyección del fondo.
Además, en los anexos del estadio, “tenemos una zona que se llama La Corrala y estamos pensando qué poder hacer ahí”, explica Martínez. También está encima de la mesa reforzar la apuesta por la cantera y trabajar en la opción de construir una nueva ciudad deportiva o mejorar las instalaciones que utilizan ya bajo convenio con el Burgos Promesas.
Un millón de euros más de capital social para cumplir con el CSD
Entre los retos pendientes por el Burgos también se encuentra llegar a los 4,7 millones de euros que exige el CSD a los clubes que ascienden al fútbol profesional. Por ahora, el club cuenta con un capital social de 3,8 millones de euros. “Todavía no hemos abordado este tema, pero barajamos dos opciones: incluir ese millón en los fondos CVC, después de hablar con CSD, o realizar por nuestra cuenta una ampliación de capital”, apunta Martínez.
El club tiene dos temporadas para llevar a cabo el aumento de capital, por lo que “lograr la permanencia” sigue siendo la prioridad para la estabilidad del club. No tiene urgencia la entidad en acometer esta operación.
Otro objetivo a medio plazo es crecer en el fútbol femenino. El club tiene convenio con el CD Universidad de Burgos NSB, equipo que milita en la Primera Nacional Femenina, pero la idea de la nueva propiedad es “que se introduzca para la temporada que viene dentro del club como Burgos CF Femenino”.