El Bilbao Basket recupera la rentabilidad pese a la pandemia. El club de la ACB, que durante la pasada temporada regresó a la élite del baloncesto español, cerró 2019-2020 con un beneficio neto de 445.400 euros, según las cuentas anuales a las que ha accedido 2Playbook. Lo hizo pese a que la Covid-19 expulsó de las gradas a los aficionados, una vía de ingresos relevante para el equipo, que es el sexto de la ACB que más asistentes promediaba hasta el cierre de pabellones.
La reanudación de la competición en la sede burbuja de Valencia permitió al club salvar parte de los ingresos, y el hecho de que Bilbao Basket se clasificara para la Copa del Rey y para esa fase final también fue fundamental. En total, el negocio ordinario del club se elevó hasta 2,7 millones de euros, cerca del triple de lo que generó en 2018-2019, cuando el club militaba en LEB Oro. En comparación con 2017-2018, año en que los hombres de negro jugaban en la Ligia Endesa, la cifra de negocio mejoró un 24,2%.
La principal partida de ingresos procedió de la ACB, cuyo reparto económico le concedió 906.000 por los derechos de televisión y el patrocinio de la asociación de clubes. Los buenos resultados deportivos fueron fundamentales para que el club obtuviera una parte del pastel mucho más generosa que la que percibió en 2017-2018, cuando descendió. Aquel año cobró 594.896 euros.
La segunda mayor partida de ingresos fue la venta de abonos, con 871.654 euros, un 86% más que cuando el equipo estaba en LEB Oro, y un 1,4% más que en la última temporada en que militó en Liga Endesa. También mejoró la facturación comercial, pues el patrocinio supuso 746.741 euros, casi el triple que en el año anterior y un 24,2% más que en 2017-2018. Eso sí, la taquilla empeoró. La venta de entradas generó 188.455 euros, un 38,7% menos debido a la puerta cerrada y a que el club jugó fases de ascenso en 2018-2019, lo que se tradujo en un mayor número de entradas vendidas.
La venta de jugadores aportó 150.000 euros y ese importe, sumado a que la subvención de la Fundación Bilbao Basket fue de 670.914 euros, permitió al club presidido por Isabel Iturbe cerrar la pasada temporada con unos ingresos totales de 3,5 millones de euros, en línea con el presupuesto de 3,6 millones de euros que fijó a principios de temporada, antes de que la pandemia estallara.
Frente al alza de la facturación, hay dos partidas que se han ido reduciendo en los últimos años: las subvenciones y el gasto de la plantilla. Sin ir más lejos, en 2019-2020 dejó de recibir los 200.000 euros que el Ayuntamiento de Bilbao aportaba cada año durante las últimas temporadas. Además, la aportación de la Fundación Bilbao Basket se ha reducido anualmente. Si en 2016-2017 aportaba 1,3 millones de euros, en 2019-2020 no alcanzó los 700.000 euros.
Respecto al gasto de personal, en el año del descenso se destinó 2,9 millones de euros a sueldos, salarios y cargas sociales, por los 1,9 millones de euros que se gastó en plantilla y staff técnico el año pasado. Es un tijeretazo del 35,4%, que sumados al recorte del 27% en gastos de gestión (servicios y desplazamientos), han convertido al Bilbao Basket en un equipo más rentable que años atrás. Sin ir más lejos, en el año del descenso el club perdió cerca de 2,6 millones de euros y entró en concurso de acreedores. Un año después, la entidad ha abandonado los números rojos y ha normalizado su situación tras lograr una importante quita de deuda.
La entidad se declaró en concurso voluntario el 3 de junio de 2018 y en marzo de 2019 propuso un convenio que establecía quitas del 80% a cambio de abonar el 20% restante con carácter inmediato a los acreedores que suscribieran el convenio.
El acuerdo prosperó y el convenio se firmó en junio de 2019, aunque no fue hasta el pasado julio cuando el club cumplió en su integridad el convenio de acreedores. Finalmente, la quita ascendió a 2,36 millones de euros, un importe que el club se anotó en ingresos financieros del ejercicio 2018-2019, lo que permitió activar bases imponibles negativas por un millón más y que ese año fiscal terminara con un beneficio contable de 3,58 millones de euros.
Durante la última temporada, el equipo de baloncesto ha refinanciado parte de la deuda que tiene con Caja Rural de Navarra, que a 30 de junio de 2019 ascendía a 510.635 euros. También ha pactado con la Diputación Foral de Bizkaia el pago de la deuda concursal en varios plazos durante seis años. A cierre del ejercicio 2019-2020, la entidad vizcaína había pagado 641.486 euros, quedando pendiente 1,58 millones de euros a pagar antes del 1 de agosto del 2025. El calendario también establece que la deuda concursal de 210.000 euros con el Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) debe saldarse en un plazo de cinco años con pagos mensuales de 3.500 euros.
El club ha reducido su deuda en la última temporada. Los compromisos a largo plazo han caído un 6,2%, mientras que la deuda a corto lo ha hecho un 69,5%. En especial lo han hecho los compromisos con las administraciones públicas a largo plazo, que ha caído un 16,7%, y con empresas del grupo a corto, que ha pasado de 1,1 millones a 609.969 euros en un año (-45,4%).
¿La clave? Se ha reducido la deuda con el personal. Si tras el ascenso a ACB aún quedaban 541.233 euros pendientes de pago a los jugadores y 245.628 euros al personal no deportivo, a cierre de la pasada temporada sólo quedaban por pagar 25.000 euros a deportistas y 6.870 euros al personal de oficinas. El club ha reducido su presupuesto en los últimos años para hacer frente a los pagos y ponerse al día con sus acreedores. Es un partido que aún está en juego, como también lo está la Liga Endesa, donde está a una derrota del descenso y la permanencia está en juego.