El Real Betis tampoco escapa a los números rojos. El club verdiblanco cerró 2020-2021 con unas pérdidas de 36,75 millones, que se suman a los 6,11 millones que perdió en 2019-2020 tras rehacer las cuentas de ese último año. En total, el agujero provocado por la Covid-19 en Heliópolis asciende a 42,86 millones de euros, que la dirección logró tapar en términos de caja con tres préstamos por 70 millones de euros, según ha podido saber 2Playbook.
Las primeras negociaciones se encauzaron en la primera mitad de 2020-2021, cuando ya se vio que los estadios no reabrirían y los números rojos iban a ser una realidad de no ser por traspasos no previstos. En ese momento, un fondo de inversión decidió articular una operación dividida en dos créditos, uno de 30 millones y otro de 15 millones. Ya en julio, lograron 25 millones más con un plazo de devolución de cinco años que aún no se ha dispuesto.
El vencimiento de los dos primeros préstamos se ha situado en el segundo semestre de 2022-2023, por lo que da cierto margen al club a acabar de enderezar el negocio con la reapertura de los estadios y la ambición de establecerse un año más en posiciones europeas. Eso, o a buscar una refinanciación posterior que mejores las condiciones aceptadas en una negociación impuesta en el peor momento para la industria del fútbol.
La cancelación de la segunda línea de financiación podría producirse antes si el Betis incumple los ratios de ebitda a los que se ha comprometido, si bien la dirección confía en que no le forzarán a ejecutar los derechos de cancelación anticipada por esta razón. De momento, asegura que el calendario de pagos se ha estado cumpliendo sin problemas.
Pese a contar con la garantía de los derechos de televisión, el club que preside Ángel Haro ha tenido que asumir unos tipos de interés elevados en comparación con las condiciones que ofrecían los préstamos avalados por el Instituto de Crédito Oficial (ICO) o la que han obtenido algunos de sus competidores en LaLiga. Según se recoge en las cuentas anuales, la financiación de 30 millones tiene un coste del 5,95%, mientras que la de 15 millones tiene un interés del 6,25%.
Esto dependerá en buena medida de la recuperación del negocio del Betis, que sí confía en volver a beneficios en 2021-2022. Un regreso a los números negros que se fundamenta en dos partidas de ingresos que se esfumaron durante la pandemia por distintas razones: la recaudación por taquilla y abonados, así como los pagos de Uefa por participar en competiciones europeas.
Las cuentas de 2020-2021 revelan que la cifra de negocio mejoró un 11% interanual, hasta 87,3 millones de euros. El club dejó a cero las dos partidas vinculadas al matchday ante la imposibilidad de reabrir el Benito Villamarín, pero los derechos de televisión (69,7 millones) y el área comercial (17,49 millones) aportaron un 36% y un 40% más, respectivamente, en comparación con 2019-2020.
Este fuerte aumento es en realidad una cuestión contable, pues la dirección ha reformulado las cuentas del primer ejercicio pandémico para corregir una de las críticas de EY: los ingresos atribuidos a los partidos disputados en julio y agosto no podían computarse a esa temporada, sino que debían pasar a 2020-2021. De este modo, las cuentas de este último curso incluyen parte de los ingresos audiovisuales y por patrocinio que en condiciones normales se habrían producido en el año previo.
Para el nuevo curso, la reapertura de los estados y la clasificación para la Europa League llevarán al Betis a su cifra de negocio más alta de la historia, con 111,3 millones de euros. Sólo la reactivación de estas dos actividades supondrá un extra de más de 29 millones, según se recoge en el presupuesto, a lo que se añadirán estabilidad en las retransmisiones (66 millones) y la consistencia de su explotación comercial (15,9 millones).
En cuanto al gasto, el Betis logró que la salida de jugadores y algunas renegociaciones le permitieran reducir los costes de personal en un 5%, hasta 81,56 millones de euros. Además, la reducción de la inversión en fichajes permitió aligerar un 12% las amortizaciones de inmovilizado, hasta 34,16 millones de euros. Para 2021-2022, y pese al aumento de los ingresos, la dirección ha conseguido que la combinación de estas dos partidas sólo crezca un millón de euros.
Esa prudencia se impone, pues la entidad deportiva aún necesita asegurarse que podrá lograr 30,3 millones de euros en plusvalías por traspasos. Una muy buena parte de este trabajo ya se la ha asegurado con la venta de Emerson Royal y los variables cobrados por Junior Firpo, pero aún le queda parte de la faena por rematar. En 2020-2021, el mercado de fichajes le generó unas ganancias de 18,5 millones de euros.
