“Es una expresión de nuestro principio, que hemos vivido durante décadas, de no gastar más de lo que ganamos”. Así de simple. Esta es la fórmula con la que el Bayern de Múnich logró cerrar 2019-2020 con un beneficio neto de 9,8 millones de euros pese al impacto de la Covid-19, según ha explicado hoy Jan-Christian Dreesen, su director general adjunto.
El vigente campeón de la Bundesliga y la Champions League sufrió una caída de ingresos del 7%, hasta 698 millones de euros, el segundo importe más alto de su historia. “No hemos tenido espectadores en el Allianz Arena desde el 8 de marzo. En este contexto, se valoran positivamente tanto las ventas generadas como el hecho de que pudimos cerrar la temporada pasada con beneficio”, ha enfatizado el consejero delegado, Karl-Heinz Rummenigge. Para 2020-2021, el escenario más pesimista apunta a una pérdida de más de 100 millones en ingresos.
La mayor caída de ingresos se produjo en los extraordinarios por traspasos de jugadores, con un retroceso del 29,2% interanual, hasta 63,9 millones de euros. La facturación por matchday retrocedió un 14,8% pese al triunfo en Champions League, ya que esos ingresos se registraron en 2020-2021 y el cierre de estadios secó al Allianz Arena; en total, fueron 152,5 millones de euros.
Por el contrario, el club bávaro mantuvo estable sus ingresos por televisión, con una ligera caída del 2,65%, hasta 121,2 millones. El fuerte vínculo que mantiene con sus patrocinadores se tradujo en la ausencia de caídas y repitió ventas por este concepto, con 196,5 millones de euros. La buena trayectoria del equipo neutralizó la caída del merchandising, que incluso mejoró un 0,3%, hasta 91,8 millones.
Ahora bien, si hay una partida que destaca entre caídas y estancamientos es la del resto de negocios del Bayern, como la explotación de su canal de televisión, el alquiler de instalaciones o la cesión de jugadores, un mix que aportó un 33,3% más que en 2018-2019 y alcanzó los 45,2 millones de euros.
En cuanto a los gastos, el conjunto bávaro logró un recorte del 6,4% en nóminas, hasta 314,8 millones de euros, a través de un pacto con el primer equipo, entre otros. El consumo de mercancías se recortó un 8,6%, hasta 33,9 millones de euros, mientras que los gastos operativos subieron un 6,2% y se situaron en 242 millones. Las amortizaciones escalaron un 26,3%, hasta 69,2 millones, de los que 62,6 millones corresponden al coste de fichajes.
“El club se asienta sobre una base sólida que se ha consolidado de manera constante en los últimos años y ahora ha demostrado su valía en tiempos de crisis”, ha defendido Dreesen, quien aún ha tenido tiempo para sacar pecho de otro hito importante: ya se ha cancelado la deuda contraída para la ampliación de la ciudad deportiva.