Tras años de elevada apuesta, el FC Barcelona conseguirá que su sección de fútbol femenino cierre con números positivos, también en lo económico. En lo deportivo ya lleva años siendo referente a nivel europeo. La mejor muestra es que mañana las azulgranas disputarán su cuarta final de Women’s Champions League en cinco años; la tercera consecutiva. Enfrente, tendrá al Wolfsburgo alemán, el equipo de la Volkswagen, un clásico en las finales europeas en la última década. Entre ambas suman diez finales en este periodo.
Esta vez, en juego un bote de 1,5 millones de euros en una temporada en la que la competición de la Uefa alcanzará su récord de facturación con 17,2 millones de euros. También habrá récord en las gradas, pues no cabrá un alfiler en el PSV Stadium de Eindhoven (Países Bajos), tras venderse con antelación las más de 34.100 entradas que comercializó la Uefa.
Arrancando por el Barça, el club está camino de lograr ya este año algo que parecía inviable para muchos equipos de futfem ligados a equipos de élite masculinos: la rentabilidad. La entidad que preside Joan Laporta prevé alcanzarla al cierre de este ejercicio, para el que prevé facturar 12 millones y en el que ha disparado sus ingresos comerciales, hasta superar los 8 millones gracias, principalmente, a los patrocinios.
Para ello, además de incluir al equipo femenino en acuerdos globales como el de Spotify, sustituto de Stanley en el frontal de la camiseta, o el de Bimbo, cuya principal activación es la manga del equipo de la Finetwork Liga F, también ha logrado firmar en el último año acuerdos exclusivos para el equipo femenino. Marcas que apuestan por entrar y aliarse con el Barça a través de las chicas. En esta lista se encuentran la marca de alimentación Heura y la empresa de paquetería GLS, ambas con contratos hasta 2025.
El Barça femenino prevé alcanzar la rentabilidad esta temporada tras disparar sus ingresos comerciales hasta los 8 millones
Además de las ya referidas, también apoyan a la sección una decena de marcas que tienen acuerdos globales o regionales con el club: Nike, Allianz, WhiteBIT, Cupra, Estrella Damm, Gatorade, Vegannation, Stanley –que sigue como partner global–, Herno, CaixaBank, Scotiabank, Banco BMG y Coca-Cola.
Su rival de mañana también se avanzó a otros clubes europeos y, como el Barça, trabaja ya con una línea comercial exclusiva y con una amplia lista de patrocinadores de su equipo de futfem. El espónsor principal es a su vez su máximo accionista, Volkswagen, al que acompañan en la primera línea de marcas comerciales Nike –socio técnico–, los neumáticos Linglong, el museo del coche Autostadt y Grupo Sesé, empresa logística aragonesa que tiene grandes intereses en el mercado alemán.
Tras el patrocinio, principal pata del negocio, Barça y Wolfsburgo cuentan con la televisión como segunda gran baza de crecimiento. En España, la venta conjunta de los derechos de la profesionalizada Finetwork Liga F supone un espaldarazo para los planes de las azulgranas y del resto de equipos de la competición. Con un acuerdo de 35 millones, a razón de siete millones por año hasta 2027, la liga tiene garantizada su visibilidad con un socio que, además, apuesta fuerte por el fútbol femenino.
No en vano, la final de mañana se podrá ver, principalmente, en su plataforma. Dazn cree en la rentabilidad futura del futfem y ha ayudado también a elevar el negocio de la Uefa con un acuerdo hasta 2025 que le reportó 8 millones sólo en 2021-2022, según las cifras presentadas por los organizadores en su memoria anual. La casilla de la televisión pasó de aportar 100.000 euros a 8,2 millones tras el arranque de la alianza el pasado año.
El presupuesto del Wolfsburgo, líder del ‘futfem’ en Alemania, se sitúa sobre los 10 millones anuales
El éxito del Barça femenino, dentro y fuera del campo, no es más que “la consecuencia del trabajo bien hecho”, apunta Albert Vallbona, cofundador de 4-Football, plataforma de negocio para entidades y otros stakeholders deportivos especializada en el crecimiento del fútbol femenino y juvenil. En su opinión, una de las claves reside en que el Barça invirtió y fuerte en la sección cuando otros no lo hacían todavía.
Su trayectoria es similar a la del Wolfsburgo, que ha dominado el fútbol femenino alemán en la última década, ganando la gran mayoría de títulos nacionales. Para ello, y aunque no hay cifras oficiales, el club germano destina cerca de 10 millones de euros a la sección, según el diario Bild.
Más de 18 millones a repartir entre los clubes
Todos estos datos evidencian el potencial comercial tanto del fútbol femenino como de la Champions femenina, que quiere replicar el estatus que tiene su homólogo masculino. En este sentido, Vallbona destaca que la competición “tiene mucho margen de crecimiento”. En este punto cabe recordar la entrada de YouTube, asociada con Dazn para la emisión del torneo desde su plataforma durante las dos primeras temporadas del acuerdo, y la más reciente de Amazon.
Dos gigantes que han encontrado el interés en la comunidad joven y dispar que mueve el futfem y que también podría ser del interés de otras industrias como la farmacéutica, la de belleza o la de moda. “Tienen aquí un filón”, afirma el experto. La lista de espónsors de los torneos femeninos de la Uefa no para de crecer, y ya completan un once. En ella destaca la farmacéutica catalana Grifols, que sólo activa por esta vía, igual que Amazon, Euronics, Hublot y Visa. Completan la tabla Heineken, JustEat, Lay’s, Adidas y EA.
Ceferin también ve el filón, y por ello aporta 10 millones del negocio de la Champions masculina a la femenina para que el reparto entre los clubes participantes supere ya los 18 millones. Desde la pasada campaña, la Uefa cambió el modelo de distribución financiera de la competición para aumentar los pagos.
“El fútbol femenino es una prioridad estratégica”, dijo Ceferin en 2021, y así lo mantiene. No en vano, al dinero repartido entre los participantes en la Champions femenina se suman cerca de 6 millones en pagos de solidaridad, ese modelo ya consolidado en el fútbol masculino por el que parte de los ingresos de la Champions se distribuye entre los clubes no participantes para el crecimiento de la estructura general del fútbol.
Al respecto, el dirigente esloveno aseguraba hace dos años que “el desarrollo del fútbol femenino no debe estar impulsado por el beneficio a corto plazo, sino por una visión a largo plazo; gracias a los pagos solidarios que constituyen el corazón de este proyecto y al aumento de los premios, hasta el último euro generado por la Champions League femenina e incluso más regresará al fútbol femenino”.