Siete meses y diez días después de que el Gobierno anunciara la profesionalización del fútbol femenino, la Primera Iberdrola aprobará sus estatutos previsiblemente antes de que acabe este mes de enero. Todo, después de que Real Madrid, FC Barcelona y Athletic Club hayan renunciado al derecho de veto sobre cualquier decisión que tuviese que adoptar la nueva gestora de la competición. Eso sí, han logrado que los cambios en la política comercial exijan ese quorum del 90% que buscaban y que, de facto, les permitirá bloquear cambios en este ámbito que no compartan, según explican distintas fuentes conocedoras de las negociaciones a 2Playbook.
La fecha de la rúbrica se ha hecho esperar, ya que el Consejo Superior de Deportes (CSD) exigía unanimidad de inicio en la aprobación del documento que regulará la nueva asociación de clubes. Y así será finalmente, tras varios meses de tomas y dacas sobre este texto, que desde un inicio tenía el apoyo del 75% de los participantes de la categoría, a su vez integrados en la Asociación de Clubes de Fútbol Femenino (Acff). En noviembre ya anunciaron que ellos aceptarían algunos planteamientos de los tres equipos.
Sobre esta concesión final a Barça y Madrid, especialmente, las fuentes consultadas le quitan hierro, pues el redactado deja claro que cualquier decisión se hará acorde a la legislación vigente en cada momento. Y, aunque se trata de casos muy hipotéticos, blinda a los dos clubes de tener que ceder activos como la U televisiva, jugadoras para actos promocionales o la venta de la manga de la camiseta, por ejemplo. Ninguno de estos supuestos se había puesto sobre la mesa.
El club blanco es el que más oposición planteaba en este punto, pues ya tiene numerosos contenciosos abiertos con LaLiga por esta misma cuestión, incluido qué diseño de los dorsales debe emplearse. Donde sí existía el acuerdo es en la explotación audiovisual, pues el sistema de reparto que se ha propuesto replica la filosofía del de LaLiga Santander.
El sistema de reparto de los derechos audiovisuales será similar al que se utiliza en LaLiga
Otro punto importante en las negociaciones es la elección de un presidente o presidenta de la nueva asociación que gestionará la liga profesional. Desde el CSD se está promoviendo que el cargo se le ofrezca a una mujer. Por ahora, han salido dos nombres: Maria Teixidor, exdirectiva del FC Barcelona y breve presidenta del Circuit de Catalunya; y María Tato, responsable de fútbol femenino de la Rfef.
Ninguno de estos dos nombres acaba de convencer entre la mayoría de clubes, especialmente el de Tato, pues se busca una figura más independiente de LaLiga y la Federación para evitar que se genere la sensación de dependencia de una de las dos organizaciones. De hecho, esta es una de las razones por las que la sede de la competición se ubicará en las oficinas del CSD, en el número 5 de la calle Martín Fierro.
Una vez se componga la cúpula directiva, la nueva liga profesional arrancará de forma independiente en 2022-2023. Eso sí, supervisada y financiada con 31 millones de euros en sus primeros años con el CSD y con un acuerdo de coordinación entre la nueva competición y la Rfef en materias como el calendario, ascensos y descensos, órganos disciplinarios, arbitraje y fichas.
A la espera de Iberdrola para el ‘naming’
En lo relativo al negocio de la competición, valorado en torno a 5 millones de euros, dos claves: los derechos audiovisuales y los patrocinios. Respecto a la televisión, los desacuerdos entre clubes y federación en los últimos años ha generado una batalla que ha acabado incluso con el contrato de 2,5 millones anuales firmado con Mediapro, justificado por la productora por la incertidumbre de la liga profesional, tal y como adelantó 2Playbook.
“Tardamos tanto en constituir la liga, que tenemos a medio mundo queriendo vernos, pero no pueden. Estamos en momento dulce, pero desaprovechando la oportunidad y devaluando producto, sin ingresar por los derechos audiovisuales. Estamos haciendo que la gente pierda interés”, lamentaba hace unos días Amanda Gutiérrez, presidenta de Futpro, en una entrevista concedida a este medio.
Esta abogada dirige el nuevo sindicato mayoritario entre las futbolistas de la Primera Iberdrola. Insiste en “un cambio de mentalidad” de los clubes: “Tienen que invertir en ellas. Mientras no lo hagan, pierden dinero”.
Para la competición resulta clave esta inyección que supondría la venta conjunta de los derechos audiovisuales, como ya han hecho con éxito en Reino Unido, donde la Premier femenina cobrará 28 millones de euros por televisión hasta 2024, a razón de unos 8 millones por temporada.
El fútbol british también ha logrado vender el naming de la competición a un precio récord de 30 millones de euros por tres temporadas, el doble que con el anterior contrato. El contratante, Barclays, es el mismo banco que en el pasado dio nombre a la Premier League masculina, de la que proceden la mayoría de clubes.
Es un caso semejante al español, donde sólo sobreviven UD Granadilla Tenerife, Madrid CFF y Sporting Club de Huelva como equipos foráneos a LaLiga. Sin embargo, por ahora, la marca que parte con ventaja para hacerse con el naming de la competición no es Santander, sino Iberdrola, clave en el crecimiento de la liga a través de su acuerdo con el deporte femenino.
La cuestión ahora es ver cómo aborda la energética vasca este cambio de dueño de la liga. Su acuerdo es con la Rfef, a través del Programa Universo Mujer, que aportará 2,18 millones de euros esta temporada a la federación para la promoción del futfem.
Por lo pronto, el organismo que preside Luis Rubiales ha reformulado el Programa Élite para centrar su plan de ayudas en Reto Ibedrola, la segunda categoría del fútbol femenino, que seguirá bajo su gestión. Ha dejado ya fuera del proyecto -con un presupuesto de 3,2 millones- a los equipos de la Primera Iberdrola, tal y como avanzó este medio.
