“Había un modus operandi recurrente que evitaba los controles internos de determinadas operaciones y los controles estatutarios”. Así ha resumido el presidente, Joan Laporta, las conclusiones de la investigación forensic encargada a la agencia Kroll, en la que se revelan “notas de gestión desleal abrumadoras”, según ha explicado la entidad. El caso ahora queda en manos de la Fiscalía, que deberá decidir si existe delito o no en operaciones que, agregadas, superan los 100 millones de euros si se incluyen las permutas de jugadores.
La denuncia presentada ante la Fiscalía de Barcelona no incorpora una cifra concreta del daño que estiman que habría provocado la gestión en el mandato de la junta de Josep Maria Bartomeu. No obstante, los encargados del análisis sí han hablado de “decenas de millones de euros”. Tampoco se plantea la demanda contra alguien concreto, algo que esperan que haga el Ministerio Público cuando analice la información entregada y esclarezca si se cometieron delitos por apropiación indebida, falsedad contable y administración desleal.
La junta actual ha defendido que se recurra a la vía penal por la intensidad y la gravedad de las acusaciones, que incluyen desde el pago de comisiones del 33% por intermediar en fichajes, hasta lo que consideran “contratos simulados”, como el pago de 15 millones de euros al Atlético de Madrid por un derecho preferencial sobre jugadores, cuando en realidad consideran que fue para que los colchoneros desistieran del expediente que pidió abrir ante la Real Federación Española de Fútbol (Rfef) por tantear a Antoine Griezmann teniendo contrato en vigor.
La denuncia del Barça plantea posibles delitos de administración desleal
Jaume Campaner, abogado que se ha encargado de exponer las conclusiones, también se ha referido al pago de 1,5 millones de euros al Club Esportiu Laietà, en el marco de la tramitación urbanística necesaria para aprobar el plan del Espai Barça. “El club compró el silencio de determinadas personas, pese a que superó con éxito y gratuitamente las quejas de los otros”, ha expuesto.
Aunque Laporta no ha querido ser taxativo sobre si hubo o no enriquecimiento por parte de miembros de la anterior junta, Campaner ha argumentado las razones por la que las denuncias se plantean como posibles delitos de administración desleal. “Cuando uno administra patrimonio ajeno, no puede abusar ni regalar dinero como si fuera propio”, ha indicado. “Hay empresas concebidas para facturar casi exclusivamente al FC Barcelona”, denuncian.
Otro foco de la investigación ha sido el uso de la permuta de futbolistas para cuadrar las cuentas de un año a costa de cargar la masa salarial de años siguientes, como fueron los intercambios Arthur-Pjanic y Cillessen-Neto. Se da la circunstancia de que el actual director de fútbol, Mateu Alemany, participó en una de esas ventas como director general del Valencia CF.
El vicepresidente económico, Eduard Romeu, ha excusado esta circunstancia en tanto que “era un práctica habitual y extendida de los clubes europeos, pero nosotros tenemos que aplicar el rigor”. En cuanto a EY, que tampoco cuestionó en sus auditorías estas permutas, el dirigente ha señalado que “les hemos hecho ver lo que pensamos, que es mala gestión”.
Campaler ha hablado de “alteración contable” y “distorsión deliberada de la situación real del club para esconderla a socios” a la hora de referirse a estos cambios de futbolistas. Como ya avanzó 2Playbook, estos últimos movimientos desde 2019 para evitar que el Barça entrara en pérdidas provocó que un 22% del presupuesto de 2020-2021 se lo comiera costear fichajes pasados y hubiera una factura de 597 millones hasta 2026 por estas operaciones.
Romeu ha asegurado que el trabajo iniciado el pasado verano ya ha servido para reducir la masa salarial en 159 millones de euros respecto al punto de partida inicial. “Seguiremos incidiendo porque es determinante para continuar siendo competitivos y cumplir con los requerimientos de LaLiga y organismos internacionales”, ha apuntado. Además, se han rebajado los costes operativos en más de 25 millones y los gastos financieros en otros 27 millones de euros.
Por el lado de los ingresos, el vicepresidente económico ha admitido que “la situación de mercado y nuestra situación deportiva no es la más propicia” para salir a vender. Aun así, se ha mostrado optimista con el potencial de mejora de ingresos y rentabilidad de BLM, filial que aglutina el negocio de retail. Sobre Barça Studios, ha indicado que “se está buscando al mejor compañero de viaje, pero aún no hemos encontrado las garantías que queríamos”.