El FC Barcelona ha cuantificado ya cuál será el impacto que tendrá a futuro el haber liberado la carga de gastos de 2020-2021. Carles Tusquets, presidente de la comisión gestora, ha asegurado que el aplazamiento de nóminas por 172 millones de euros supone hipotecar “entre un 4% y un 5% anual del presupuesto anual del club durante cuatro años”.
El dirigente ha admitido en una entrevista en Rac1 que este principio de acuerdo era indispensable para llegar a 2021 en situación de insolvencia. “En el mes de enero no se podrán pagar las nóminas de los jugadores”, ha admitido, en referencia al primero de los dos grandes pagos que reciben los futbolistas cada temporada junto al de julio.
El acuerdo contempla una rebaja de 122 millones de euros en las retribuciones fijas y otros 50 millones en variables, para cuyo cobro se ha acordado un diferimiento durante cuatro y tres años, respectivamente. Con el personal de oficinas también se ha pactado un diferimiento de hasta el 15% del salario, en su caso con cobro asegurado antes de octubre de 2022.
Tusquets, que durante los últimos cinco años presidía la comisión económica, ha admitido hoy que “se podría haber hecho mejor la gestión económica, con el incremento de la deuda y la masa salarial”. No obstante, ha querido destacar que la junta de Josep Maria Bartomeu “también han generado nuevos ingresos al club”.
Uno de los problemas es el del endeudamiento y el desafío que supone de cara a la ejecución del Espai Barça, para el que está pendiente de aprobación de la asamblea un préstamo de 815 millones de euros. Este apalancamiento, unido al existente, situaría los compromisos con terceros cerca de los 1.500 millones de euros.
El dirigente ha considerado que el proyecto patrimonial “no se podía finanzar tal y como se acordó en el referéndum porque el balance actual del club respondía a un incremento de la deuda”.
Por otro lado, Tusquets ha extendido la sombra de la sospecha sobre algunas operaciones realizadas por la última junta, al señalar que “hay facturas que las pasaremos al próximo presidente y no queremos firmar porque no las vemos claras. No queremos tener la responsabilidad”. “Son cosas que no están perfectamente formuladas o que su precio no es de mercado”, ha desvelado sin precisar más.
La junta de Bartomeu aprobó, poco antes de su dimisión, unos ingresos de explotación de 828 millones de euros para 2020-2021, frente a los 791 millones que se había contemplado de inicio. Aun así, son 27 millones menos que en 2019-2020 y un retroceso de 231 millones en comparación con el escenario original que se dibujó para el último curso antes de la pandemia. En cuanto a los costes, la dirección confiaba en rebajarlos hasta 796 millones de euros si logra el recorte en nóminas. Incluidos los costes financieros y los impuestos, el beneficio neto de esta temporada podría llegar al millón de euros.