El Athletic Club se enfrenta a un 2020-2021 aún más difícil en términos económicos. El actual campeón de la Supercopa de España aumentará a 21,5 millones de euros sus pérdidas para esta temporada si no hay nuevos cambios en el presupuesto, rehecho después de que la asamblea de compromisarios tumbara la primera versión.
La razón no es otra que la junta directiva presidida por Aitor Elizegi ha eliminado los ingresos previstos por cuotas de socios en 2021, que debían aportar 7,4 millones de euros, que fue el detonante para que en aquella votación se impusiera el no a las cuentas presentadas.
“La propuesta se sustenta en la hipótesis de que desde el inicio de la temporada 2021-2022 pueda asistir público a los estadios”, señala la junta directiva. En caso de que se demore aún más el regreso de los aficionados a las gradas, “las compensaciones que pudieran corresponder se propondrán en la asamblea ordinaria del año 2021 regularizando el cobro de las cuotas de socio del año 2022”.
Esta decisión, más política que empresarial, elevará el golpe económico que tendrá la pandemia en las cuentas de esta temporada, para la que ya se preveían unos números rojos de 14,3 millones de euros. Ahora, con este ajuste, las pérdidas ascenderán a 21,5 millones de euros si no se produce ninguna venta de futbolistas del primer equipo o se producen ingresos no previstos, como podrían ser los premios económicos vinculados a su evolución en la Copa del Rey.
Las pérdidas ascenderán a 21,5 millones de euros si no se producen movimientos
El agujero habría sido mayor de no ser porque también se optará por liberar dos millones de euros más de las provisiones que dotó la junta previa a la de Elizegi. Este movimiento permitirá compensar las variaciones que en conjunto han tenido los ingresos extra por ganar la Supercopa, la reducción de gastos operativos y el aumento de costes por el cambio de cuerpo técnico y las primas abonadas por el título.
El Athletic dará más detalles sobre todos estos movimientos en la asamblea extraordinaria que ha convocado para el próximo 21 de febrero. En ella Elizegi tiene una nueva ocasión para convencer a los socios de su proyecto, tras dejar claro que no tenía intención de dimitir tras aquel primer revés. “Está claro que no hemos sabido trasladar el mensaje de la complejidad de 2020 y la dificultad de llevar a cabo determinados proyectos en estas circunstancias”, dijo entonces.
En las cuentas tumbadas en la asamblea se firmaban unos números rojos de 20,8 millones de euros en 2019-2020, que se elevarían a 35 millones junto con las pérdidas del presente ejercicio. Además, la junta presentó una facturación de 96,9 millones de euros para 2020-2021.
Por el momento, Elizegi ya ha consumido 63,3 millones de las provisiones por 122,6 millones de euros que dejó su predecesor en el cargo, Josu Urrutia, para afrontar situaciones como la actual, según explicamos en 2Playbook.
