Dan Friedkin tendrá que rascarse el bolsillo para mantener a flote la AS Roma. El club de la Serie A ha anunciado que las pérdidas de 2019-2020 ascenderán a 204 millones de euros a causa de los estragos provocados por el Covid-19. Para el nuevo curso, la dirección admite que las necesidades financieras ascienden a 140 millones de euros y sólo hay tres vías para lograrlo: cobros de Europa League, venta de futbolistas y que triunfe la ampliación de capital de 150 millones aprobada en junio.
El multimillonario estadounidense pagó en agosto 591 millones de euros por el 86,6% de las acciones, por lo que ya era conocedor del cierre provisional del ejercicio y los desafíos financieros que iba a suponer. “Ha apoyado de forma inmediata las necesidades de circulante de la compañía”, recuerda en un hecho relevante el equipo de fútbol, cuya acción se ha desplomado un 27,7% en la jornada de hoy.
Es una situación que, en cierta manera, beneficia al máximo accionista. Justo ayer lanzó una oferta pública de adquisición (opa) a precio de derribo: 0,1165 euros por acción, por debajo de los 0,18 euros a los que cotiza en la sesión de hoy y apenas una cuarta parte del valor medio de los títulos incluso durante la paralización de las competiciones en el segundo trimestre de 2020.
Ahora bien, es vender ahora o asumir que el deterioro puede ir a más en los próximos meses y la dilución de los pequeños accionistas puede ser aún mayor. La única tabla de salvación real para los romanos es la ampliación de capital anunciada a finales de 2019 y puesta en marcha en junio de 2020 por 150 millones de euros. Es la segunda inyección en año y medio, tras los 60 millones que ya inyectó su antiguo dueño James Pallota, la temporada anterior.
La nueva operación cubre en diez millones extra las necesidades financieras proyectadas para 2020-2021, en el que se deja entrever que habrá nuevamente pérdidas. De hecho, la dirección sólo confía en aminorar estas necesidades de caja con los pagos que pueda lograr de la Uefa por competir en la Europa League y la venta de futbolistas, con las que apenas ha logrado 13 millones de euros en el mercado de verano.
El club no ha hecho pública la cuenta de resultados del último ejercicio, en la que se prevé una drástica caída de ingresos por el cierre de los estadios para contener la evolución del Covid-19 y las penalizaciones asumidas por la Serie A con los operadores audiovisuales.
En el hecho relevante sólo se indica que “se llegó a un acuerdo económico con los jugadores del primer equipo y su entrenador, relativo al resto de la temporada 2019-2020, destinado a renunciar a percibir los sueldos de los meses de marzo, abril, mayo y junio de 2020”, que cifra en un importe bruto de 30 millones de euros. El mismo pacto establece “un plan de incentivos individual para las siguientes temporadas deportivas, así como para la temporada actual”.
A falta de datos definitivos, la AS Roma cerró el primer semestre de 2019-2020 con unos ingresos de 94,6 millones de euros, que son 40 millones menos que en el mismo periodo del año anterior. Las pérdidas se dispararon hasta 86,7 millones de euros.