El Ajax sufrió la crisis de la puerta cerrada en 2020-2021. El club neerlandés entró en números rojos durante la pasada temporada, con unas pérdidas de 8 millones de euros y una caída de la facturación del 23%, hasta 125,2 millones de euros, según las cuentas públicas del club.
La caída de las ventas responde la pandemia, que provocó que el equipo jugara sus partidos con limitaciones en las gradas. De hecho, se dejó 15 millones de euros por la clausura del estadio, un negocio que pasó de aportarle 16,8 millones entre abonos y ticketing, a apenas 1,1 millones en la última campaña. Esta fue una de las claves por las que la entidad de Ámsterdam entró en pérdidas.
La participación del primer equipo en Europa, entre Champions League, primero, y la fase final de la Europa League, después, le reportó 43,6 millones de euros, un 35% del total de ingresos. Con todo, el reparto económico de la Uefa por resultados deportivos se contrajo un 4,2% interanual.
Entre los patrocinadores, Ziggo renovó como main sponsor hasta 2023, y el club firmó a Nouryon, Coca-Cola, M Line y Staan como nuevos socios comerciales. Pese a ello, los ingresos por espónsors cayeron casi un 20%, hasta 27,7 millones de euros. El negocio audiovisual mejoró un 14,3%, hasta 11,6 millones, y también lo hizo la venta de merchandising con una mejoría del 14,2%, hasta 21,5 millones de euros.
El apartado de otros ingresos se elevó un 74%, hasta 16,2 millones. De este importe, 7 millones proceden de las subvenciones otorgadas por el Gobierno neerlandés para mantener los puestos de trabajo, pero también se suman las donaciones de los aficionados que no pidieron una compensación por el cobro del abono.
Otra partida clave fue el traspaso de futbolistas. Con el fin de lograr rebajar la merma causada por la pandemia, y siguiendo con la tradicional política de ventas del club, el Ajax traspasó futbolistas por valor de 86,1 millones de euros. Fue uno de los pocos clubes europeos que logró grandes cifras en este sentido. Entre los nombres propios, Sergiño Dest, que fichó por el FC Barcelona, y Donny van de Beek, por el que el Manchester United pagó cerca de 40 millones de euros. En este sentido, el club se congratula de que el 86% de sus canteranos, de entre 17 y 21 años, se convirtieron en profesionales en los últimos cinco años.
Por la parte del gasto, los costes cayeron en 7,1 millones, hasta 158,3 millones de euros, “principalmente por la disminución de los costes relacionados con los partidos”, explica el club, que, en tiempos de pandemia, realizó una contribución solidaria de tres millones de euros al resto de clubes de la Eredivisie para superar los estragos de la crisis.
A pesar del ajuste, los salarios aumentaron ligeramente, con un alza del 2%, hasta los 94,7 millones de euros.