La AD Alcorcón quiere renovar Santo Domingo. El equipo madrileño de LaLiga SmartBank ha presentado en el Ayuntamiento de Alcorcón un proyecto de reforma y modernización del estadio municipal cuya inversión supera los tres millones de euros. La propiedad del club se ofrece a cubrir íntegramente las obras a cambio de “la compensación de cualquier canon o tasa que pudiera ser aplicable con la fuerte inversión ofrecida y con los servicios que prestaría el estadio a la ciudad tras la reforma y ampliación”, apunta en un comunicado.
En concreto, el club alfarero proyecta una serie de obras, por fases y con finalización en 2022, que contemplan la construcción de unas nuevas torres de iluminación y la reforma de todas las gradas del estadio, la cubierta de los graderíos, así como las zonas de oficinas y áreas circundantes.
“La Agrupación Deportiva Alcorcón anuncia con gran ilusión la propuesta remitida al Ayuntamiento de Alcorcón por la que nuestra entidad ofrece una ambiciosa reforma y ampliación del estadio municipal de Santo Domingo”, apunta la entidad propiedad de un grupo inversor que lideran el inversor estadounidense David Blitzer, copropietario de los Sixers de la NBA y el Crystal Palace de la Premier League, y el ejecutivo español Iván Bravo.
El club, además de la compensación del canon, solicita al consistorio “la adaptación del perímetro de la concesión a los parámetros técnicos de la reforma”. El Alcorcón planea así, con un lavado de cara de su estadio, el arranque de la temporada de su 50 aniversario.
A la espera de conocerse los números de la entidad a cierre del último ejercicio, el club alfarero registró unas pérdidas de 533.395 euros en 2019-2020, en el primer ejercicio completo de Blitzer y Bravo al frente de la entidad.
La cifra de negocio de los alfareros apenas bajó un 1,3% interanual en 2019-2020, hasta 7,45 millones de euros, pues la nueva propiedad logró aumentar de forma importante los ingresos del área comercial. En concreto, la llegada de nuevos patrocinios, una mejor actividad del merchandising y la U televisiva aportaron un 41,2% más, hasta 662.000 euros.
Este incremento permitió compensar la caída de los ingresos por televisión a causa de la suspensión temporal de la competición entre marzo y junio. Los derechos audiovisuales se situaron en 6,37 millones de euros, un 4,2%. Aun así, esta partida representó un 85% de la cifra de negocio, convirtiéndose en el principal elemento de estabilidad.
La disputa de partidos a puerta cerrada sólo mermó en un 15,3% la recaudación por taquilla, pero las cuotas de abonados subieron un 4,5%. En total, las dos partidas relacionadas con el día de partido aportaron unos 420.000 euros, en línea con los resultados obtenidos en 2018-2019.
Pese al descenso de los ingresos, los gastos de personal se dispararon un 14,4% interanual, hasta 7,81 millones de euros en 2019-2020. El incremento no sólo respondió a un intento de elevar el nivel de la plantilla deportiva, sino también al pago de primas por la permanencia (124.662 euros) e indemnizaciones por la destitución de técnicos (752.518 euros).