La AD Alcorcón logró mantener su plaza en LaLiga SmartBank un año más, pese a tener uno de los presupuestos más bajos de la categoría. Y nuevamente lo hizo porque, aunque ahora el dueño sea otro, el apoyo al proyecto asumiendo las pérdidas anuales se mantiene. El conjunto alfarero cerró 2019-2020 con unas pérdidas de 533.395 euros, dejando en un paréntesis el beneficio neto de 45.000 euros que logró un año antes.

El último ejercicio estuvo marcado por la pandemia, pero también por ser el primer ejercicio completo del grupo inversor que lideran el inversor estadounidense David Blitzer, copropietario de los Sixers de la NBA y el Crystal Palace de la Premier League, y el ejecutivo español Iván Bravo.

Un debut nada sencillo, pues los extraordinarios fueron más los gastos que los ingresos. Y es que las plusvalías por traspasos sólo aportaron unos 539.000 euros el último curso, un tercio de lo obtenido en 2018-2019, la única temporada en la que se pudo cerrar con beneficios.

La cifra de negocio de los alfareros apenas bajó un 1,3% interanual en 2019-2020, hasta 7,45 millones de euros, pues la nueva propiedad logró aumentar de forma importante los ingresos del área comercial. En concreto, la llegada de nuevos patrocinios, una mejor actividad del merchandising y la U televisiva aportaron un 41,2% más, hasta 662.000 euros.

Este incremento permitió compensar la caída de los ingresos por televisión a causa de la suspensión temporal de la competición entre marzo y junio. Los derechos audiovisuales se situaron en 6,37 millones de euros, un 4,2%. Aun así, esta partida representó un 85% de la cifra de negocio, convirtiéndose en el principal elemento de estabilidad.

La disputa de partidos a puerta cerrada sólo mermó en un 15,3% la recaudación por taquilla, pero las cuotas de abonados subieron un 4,5%. En total, las dos partidas relacionadas con el día de partido aportaron unos 420.000 euros, en línea con los resultados obtenidos en 2018-2019.

Pese al descenso de los ingresos, los gastos de personal se dispararon un 14,4% interanual, hasta 7,81 millones de euros en 2019-2020. El incremento no sólo respondió a un intento de elevar el nivel de la plantilla deportiva, sino también al pago de primas por la permanencia (124.662 euros) e indemnizaciones por la destitución de técnicos (752.518 euros).

Las amortizaciones de inmovilizado se elevaron a 314.972 euros, un 38,8% más interanual, ya que nuevamente se volvió a invertir en la compra de derechos federativos. Los demás gastos de explotación se contrajeron un 17,5% respecto a 2018-2019, hasta 2,33 millones de euros.

El desfase de ingresos y gastos no ha afectado a la solidez patrimonial del proyecto, ya que las pérdidas de años anterior fueron compensándose con ampliaciones de capital de la anterior propiedad. A cierre de 2019-2020, el club contaba con 1,07 millones de euros en caja, un importe muy similar al del ejercicio anterior, al igual que los casi 850.000 euros de pasivos financieros.