El AC Milan dirá adiós a San Siro. Tras casi cien años como casa de los rossoneri, el club italiano ya busca terrenos para construir su propio estadio, sin depender del Ayuntamiento –dueño del campo– y sin compartirlo con el Inter de Milán, según avanza La Gazzetta dello Sport.
La clave de este proyecto es el cambio de propiedad, con la entrada del holding norteamericano RedBird Capital, que tiene el interés de trabajar por libre en el negocio relativo tanto al matchday como a las nuevas vías de ingresos que pretende el fondo incorporar al futuro estadio. Un recinto multifuncional y que, como es habitual en las nuevas construcciones, estará abierto los 365 días del año.
Así, el Milan abandonará San Siro y al Inter, con quien trabajaba de la mano en los últimos años para alcanzar un acuerdo con la Comuna de Milán, dueño del recinto, para la necesaria reforma del estadio. Hoy el Inter está en una situación más débil que la entidad rossonera, con Suning escuchando ofertas de compra del club, tras perder 488 millones de euros entre 2019 y 2022, y ante la incertidumbre de cómo pueden afectar los planes de ajuste del Gobierno chino sobre las inversiones de sus empresas en mercados extranjeros.
Entre las opciones que se están estudiando en la sede del Milan, el citado medio italiano apunta a Sesto San Giovanni, en unos terrenos privados de una antigua fábrica, lo que le permitiría a la entidad liberarse de trámites públicos, aunque supondrá la salida del club de la ciudad por vez primera en su historia. De preferir RedBird mantener a su club jugando en su ciudad, la opción más probable es la de la zona de La Maura, un terreno de 75 hectáreas próximo a San Siro que actualmente sirve de espacio para entrenar caballos de carreras.
Más allá del plan del nuevo estadio, y en términos de negocio, el Milan cerró 2021-2022 con unas pérdidas de 66,5 millones, un 31% menos interanual, tras facturar un 14% más en el pasado ejercicio: 297,7 millones de euros.
