Francia es uno de los países más poblados de Europa y, sin embargo, antes de la pandemia sólo contaba con 6 millones de personas inscritas a un gimnasio. Medio millón más que España, país que cuenta con 20 millones de habitantes menos. Ello lo convierte en un mercado interesante para crecer, ya que, pese a que sólo un 8% de la población está apuntada a un centro deportivo, es el tercer mayor mercado del fitness de Europa, donde generaba alrededor del 9% del negocio y un total de 2.500 millones de euros antes de la crisis sanitaria.
Lo que caracteriza al fitness francés es la fuerte presencia de operadores low cost y del modelo de franquicia. En el segmento premium no existen cadenas que se hayan posicionado, lo que ha dado lugar a que la española Metropolitan haya puesto en marcha su primer club en el país en Niza, con la aspiración de llevar su modelo de alta gama a París. “Francia es un solar para el segmento de alto valor”, explica un directivo de una de las principales cadenas de España.
Un solar que Basic-Fit se ha lanzado a explotar, aunque con un modelo de gimnasio de bajo coste. El operador holandés lidera el mercado por negocio e implantación, y en tres años ha arrebatado la primera posición del ranking por volumen de centros a L’Orange Bleue. La primera cuenta con 528 clubes propios (81 abiertos en 2021) y la segunda lo hace con un modelo mixto en el que alcanzar acuerdos de licencia con terceros le ha permitido tejer una red de más de 370 instalaciones, según la información recopilada por 2Playbook para el quinto capítulo de una serie La vuelta al mundo por los 20 mayores mercados del fitness, patrocinada por Matrix.
Y aún ven Francia como un mercado en el que hay margen para crecer; de hecho, la cadena holandesa se ha marcado como objetivo contar con entre 1.000 y 1.300 clubes hasta 2030. En ese mercado también opera otra low cost, Fitness Park, cadena que forma parte de Moving, grupo que gestiona más de 200 instalaciones, con 600.000 socios y que antes de la pandemia superó los 200 millones de euros.
Se estima que de los más de 5.000 centros deportivos que opera en Francia, los centros franquiciados copan alrededor de un 30% del mercado, un porcentaje mucho más elevado que en otros mercados como Alemania o Reino Unido, donde la tasa se sitúa en torno al 12%. En cuanto al ticket medio, en 2015 rondaba entre 42 euros y 48 euros al mes, pero el fuerte crecimiento de Basic-Fit, L’Orange Bleue y Fitness Park ha provocado que haya caído a 39 euros, según datos de EuropeActive y Deloitte.
El líder del mercado francés, Basic-Fit, sí que ha notado una caída del ticket medio, que en los dos últimos años ha pasado de 19,6 euros al mes a 17,2 euros. Sin tomar en consideración los indicadores de 2020 y 2021 por la afectación que tuvo la pandemia en su negocio, cada centro de la cadena holandesa en Francia generaba 558.000 euros al año en 2019; en España el ingreso medio por club de esta cadena fue de 658.000 euros. En este gap influyó, especialmente, el hecho de que el 80% de su red de centros en el mercado galo había abierto hacía menos de dos años, y por lo tanto no eran establecimientos maduros.
Lo que están provocando los grandes operadores es que el mercado se vaya concentrando poco a poco. A principios del siglo XXI el 95% de los centros eran independientes y operaban pocas cadenas, como Fitness First (que más adelante pasó a ser Basic-Fit), Club Med Gym, Vit’Halles o Moving. Esas cadenas movían el 20% de la facturación, un porcentaje que ha ido al alza desde 2017, momento en que Basic-Fit lanza una fuerte ofensiva al situar el país galo como su mercado prioritario de expansión. Allí ya genera 150 millones de euros y en los últimos cinco años ha abierto 450 establecimientos.
Pese a las cifras que arrojan los datos de EuropeActive y Deloitte, el último Observatorio del estado de forma de los franceses que elaboró Union Sport Cycle refleja que el 83% de ellos hizo deporte en el último año y que un 33% se ejercitara más que antes de la crisis sanitaria, por un 24% que ha reducido su actividad física tras la Covid-19. Es una oportunidad para el sector del fitness, que aspira a jugar un papel de aliado para reducir la tasa de sedentarismo en un país, Francia, en el que un 17% de los adultos tiene obesidad. Se espera que en 2030 esta tasa se eleva hasta el 20%, según datos de la Ocde.
¿Cómo hacen deporte los franceses en casa?
Los deportes más practicados en casa son los deportes individuales que requieren poco equipamiento y espacio: yoga (69 %), musculación (65 %), fitness (57 %) y pilates (50 %) superan al tenis de mesa (45 %) y danza (36%), según Union Sport Cycle. Además, más del 90% de los encuestados que prefieren hacer ejercicios de musculación, pilates, yoga y otro tipo de modalidades de fitness aseguran que quieren seguir haciendo deporte en casa. De ahí que compañías como Basic-Fit hayan extendido su plataforma de entrenamiento en casa y hayan lanzado al mercado una bicicleta para ejercitarse en el hogar, en la que los usuarios pueden realizar clases de cycling a través de una tablet.
Los que se decantan por el home fitness son en su mayoría mujeres (representan un 56% del total). En un 41% de los casos son practicantes de entre 25 y 44 años, frente a sólo el 12% de los mayores de 65 años. El motivo que explica este dato es la menor proporción de deportistas senior, aunque también influye su desconocimiento de las nuevas tecnologías y, en definitiva, herramientas necesarias para hacer deporte en casa.